Miércoles 05 de Noviembre de 2025, 12:20

Lo sostiene el ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, ex jefe de la Policía Federal Argentina (PFA).
"Nos llenan de cocaína y violan nuestra soberanía", resume a Clarín el ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, quien asegura estar "enojado" y "preocupado" porque cada vez son más frecuentes los vuelos ilegales de aviones con cocaína que es descargada en los campos.
La mayoría de estos vuelos pasan sobre Entre Ríos y bajan en la provincia de Buenos Aires. O
tros se desvían a Uruguay. Cada avión suele transportar entre 300 y 400 kilos de esta droga.
Son delitos federales y las provincias no tienen jurisdicción en el aire porque la soberanía del espacio aéreo es una competencia exclusiva del Estado nacional.Además del caso registrado en las últimas horas en la provincia de Salta, en Rosario de la Frontera, con una aeronave de matrícula boliviana que se estrelló con 130 kilos de cocaína, este año hubo otros, dos de ellos en Entre Ríos.El primero fue en enero, cuando secuestraron 359 kilos de cocaína de un avión que aterrizó en un campo en el departamento Islas del Ibicuy.
El piloto era brasileño y lo acompañaba una mujer de nacionalidad boliviana.
El caso registrado en enero en Entre Ríos."Este secuestro de drogas ilegales equivale a más de cuatro millones de dosis de cocaína que en Argentina tienen un valor aproximado de 2.200.000 dólares y en Europa esta misma cantidad de drogas equivale a unos 14.000.000 de euros", precisó en su momento Roncaglia, ex jefe de la Policía Federal Argentina (PFA).
Ese avión había despegado de Bolivia con la carga narco y habría aterrizado de manera forzosa porque falló un cálculo clave: se quedó sin combustible
El otro episodio se produjo en marzo, cuando encontraron un avión abandonado en un campo de soja en la localidad de San Gustavo, en el departamento La Paz. También tenía matrícula boliviana.
En este caso, la cocaína ya había sido descargada: los perros rastreadores marcaron olores de esta sustancia en la aeronave.
Según un estudio hecho por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), en 2017, en Argentina había 200 mil personas que consumían periódicamente cocaína y el mercado interno absorbía entre 12 y 14 toneladas por año.
Aunque el flujo en la frontera, e incluso el precio, se mantienen más o menos estables desde hace seis años, la calidad de la droga se fue puliendo. Hoy es más pura y desde el punto de vista de las autoridades esto se debe a la gran competencia que hay en el mercado.
El millonario negocio se lo reparten entre los productores bolivianos y peruanos y los carteles brasileños -con el Primer Comando da Capital (PCC) a la cabeza-, el uruguayo Sebastián Marset -sobre el que la DEA estableció una recompensa de dos millones de dólares- y las organizaciones internacionales como la Ndrangheta calabresa o la mafia albanesa.
Sebastian Marset.
El año pasado, las fuerzas federales (Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura) secuestraron casi 12 toneladas de cocaína.
Por el Noroeste Argentino (NOA), el tráfico suele ser por tierra a través de rutas o de caminos alternativos. Ya son corrientes los grupos de mochileros que son enviados por el monte o las motos todo terreno con la que se busca evitar los retenes. Eso además de todos los trucos imaginables para esconderla en vehículos chicos medianos y grandes.
Ahora las autoridades están concentrando su atención en el NEA (Noreste Argentino), sobre todo por los vuelos ilegales de aviones. Aseguran que son cada vez más frecuentes.
¿Cómo es la ruta narco? Parten de Bolivia, a veces hacen escala en Paraguay y tiran o descargan la droga en campos de Entre Ríos o Santa Fe. También en la provincia de Buenos Aires se han registrado casos. Y algunas siguen a Uruguay.
Un avión que traía cocaína desde Bolivia a una estancia de Corrientes.Esto no es nuevo, pero desde el Ministerio de Seguridad de la Nación apuntan a un control en crecimiento del Primer Comando da Capital (PCC) brasileño, que ya tiene una fuerte presencia en Paraguay a través de grupos como Bala Na Caca.
Mas allá de lo que queda para el consumo local, los grandes carteles como los de la mafia calabresa (Ndrangheta) o albanesa se nutren de grandes cargamentos que, en general, parten a Europa en buques de carga contaminados.
En Argentina contratan grupos locales que se encargan de la logística.
Un ejemplo de esto fue el buque Ceci, en el que a fines de abril de este año se encontró media tonelada de cocaína que el cocinero del barco había subido a bordo.
La droga fue descubierta por el capitán en el puerto de San Lorenzo (Santa Fe), pero había sido subida a la embarcación desde una lancha rápida días antes, cuando el Ceci estaba fondeado frente al puerto de Montevideo. Su destino era Holanda.
Y aquí viene otro actor de importancia, el uruguayo Sebastián Marset (35), uno de los narcos prófugos mas importantes de la región fundador del Primer Comando Uruguayo (PCU).
Pasaporte boliviano de Sebastián Marset. Foto: Fiscalía General de BoliviaPasaporte boliviano de Sebastián Marset. Foto: Fiscalía General de Bolivia
Marset no tiene ninguna causa abierta en Argentina, pero las balas con su nombre pican cada vez más cerca.
A este narcotraficante, futbolista y productor de espectáculos lo busca todo el mundo. La Interpol lo tiene en su lista por presuntamente transportar al menos 16 toneladas de cocaína entre Paraguay y Europa a través de Uruguay. La DEA también lo persigue.
La droga grande sale por los puertos y la Argentina todavía no figura en el top ranking de los lugares más calientes como Guayaquil (Ecuador) o Santos (Brasil).
Pero no es una cuestión de estar tranquilos, hace apenas unos años los decomisos de cocaína en los operativos de frontera boliviana-argentina se contaban por kilos y gramos. Ahora con cada vez mayor frecuencia se habla de toneladas. /
Clarín
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