Miércoles 05 de Noviembre de 2025, 15:25
Guido Suller habló del romance que vivió con Ricardo Fort en plena juventud. “Fue su primer amor, un vínculo lleno de pasión y complicidad, en tiempos donde ser libre no era fácil”, confesó
"Era un amor prohibido, lleno de pasión y ternura. Fui su primera pareja y lo amé profundamente", así en el día en que Ricardo Fort hubiera cumplido 57 años, Guido Süller recordó con emoción y ternura la historia que los unió. En diálogo con Pronto, el arquitecto abrió su corazón para hablar de un vínculo que marcó su vida y la del recordado empresario.
—Hoy Ricardo cumpliría 57 años. ¿Qué te pasa en una fecha así?
Sí, sí, me acuerdo, por supuesto. 5 de noviembre del 68… cómo no me voy a acordar. Me agarra un día especial porque uno se retrotrae al pasado y toma conciencia de la cantidad de años que pasaron. Muchísimos recuerdos compartidos.
—¿Cuándo se conocieron y cómo empezó la historia?
Fue en el año 88. Él tenía 19 años y yo 21. Nos enamoramos profundamente. Eran otras épocas, era un amor prohibido, no se podía. Y los amores prohibidos, como los de Romeo y Julieta, son más atractivos. Todo lo prohibido tiene más adrenalina. Con una mirada o un gesto ya nos entendíamos, siempre tratando de que los demás no se dieran cuenta de nuestra relación.
"Cuando nos sacamos esta foto, soñábamos con ser personas inolvidables", le dijo Guido a Pronto—¿Su familia sabía lo que pasaba entre ustedes?
Por supuesto. La madre sabía, los hermanos también. Y el padre, con lo inteligente que era, se daba cuenta. Se nos agarró un par de veces, incluso maquillándonos en el baño de él para ir a las fiestas de disfraces que se estilaban en esa época.
—¿Cómo fue ese amor?
Lo amé mucho. Fue un año y medio de pasión descontrolada. Había piel, química, amor, mucho amor.
Yo fui su primera pareja, la primera persona de la que se enamoró, y eso me pone feliz. Éramos sanos, no había drogas ni alcohol, solo amor.
—¿Conservás recuerdos de esa época?
Sí, tengo cartas manuscritas que él me escribió. Las encontré hace poco al mudarme, aunque están muy viejitas. Trato de descifrar qué dicen y me emociono. Éramos más románticos. Ahora la tecnología y las nuevas generaciones cambiaron todo. Me encanta haber vivido esa época, los años 80, cuando los sentimientos eran más extremos.
—¿Llegaron a convivir?
Sí, en el verano del 89 fuimos a Punta del Este y convivimos juntos en un departamento de su familia. Tengo mil anécdotas, pero sobre todo me queda la sensación de que nunca más volví a cruzarme con alguien con su energía. Era único.
—¿Qué soñaban en aquellos años?
Nos sentábamos en el cordón de la vereda, mirábamos las estrellas y le pedíamos a Dios ser inolvidables. Él quería ser cantante y yo actor. Y lo logramos, porque seguimos siendo recordados tantos años después.
—¿Conservás fotos de ustedes juntos?
Tenía, pero en esa época sacar fotos era todo un proceso: comprar el rollo, revelarlo... Cuando nos peleamos, él me pidió que se las devolviera, y yo, enojado, las corté por la mitad con tijera. Me quedé solo con mi parte. Hoy me río, pero era algo que se hacía. En Google, igual hay algunas fotos nuestras.
—¿Cómo elegís recordarlo hoy?
Para mí está vivo.
Siento que en cualquier momento va a aparecer, me va a hablar y me va a abrazar. Él construyó un personaje, pero cuando estaba enfermo empezó a decir la verdad. Lamento que se haya ido tan joven, pero logró lo que soñamos los dos: ser inolvidables.Con una sonrisa. Lo amé desde lo más profundo de mi corazón. Fue un amor puro, libre y en tiempos difíciles. Prefiero quedarme con los recuerdos lindos y con la certeza de que él cumplió su sueño: ser inolvidable.
/Pronto
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