Un estudio logró identificar un gen propio de los argentinos hasta ahora desconocido

Jueves 06 de Noviembre de 2025, 13:06

Se trata de un linaje genético presente en el centro y norte del país y está presente desde hace 8.500 años.



Una investigación bioantropológica internacional liderada por un argentino revela la existencia de un linaje genético propio del centro de la Argentina, hasta el momento desconocido. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.

El trabajo fue dirigido por Rodrigo Nores, científico del Conicet que trabaja en el Instituto de Antropología de Córdoba (Idacor), y contó con la colaboración de la Universidad de Harvard.

A partir del análisis de ADN de individuos de contextos arqueológicos del centro y norte de Argentina, el equipo de científicos determinó la existencia de un linaje genético con una antigüedad de 8.500 años.

Un aspecto significativo del hallazgo radica en que esta ancestría persiste hasta la actualidad en el sur de Sudamérica: los datos genómicos de habitantes actuales del centro de Argentina confirman una continuidad genética de esta ascendencia durante más de ocho milenios.

Este linaje genético se mestizó con otras ancestrías preexistentes en regiones circundantes. Sin embargo, la investigación da cuenta de que no existieron reemplazos poblacionales. Es decir, la población del centro y norte del país no fue desapareciendo ni fue desplazada, sino que a través de los años evolucionó de manera local y adquirió nuevas mutaciones y características propias.

Entre los aspectos analizados se encontró una diferenciación genética entre las poblaciones del Cono Sur y otras regiones sudamericanas, que comenzó al menos hace 10 mil años. Esta diferenciación inicial ya se observa en un individuo proveniente de la región pampeana de la provincia de Buenos Aires, comparado con individuos de la región andina de Perú y del centro este de Brasil de la misma antigüedad.

El trabajo fue trabajo por unos 30 antropólogos en todo el país. Foto: Conicet
El trabajo fue trabajo por unos 30 antropólogos en todo el país.

Posteriormente, un individuo con 8.500 años de antigüedad que habitó lo que hoy es la provincia de Córdoba, reveló un linaje genético previamente desconocido, del cual descienden los individuos muestreados en esa región, que datan de entre 4.600 y 150 años atrás.

Este hallazgo les posibilitó a los investigadores inferir que la ascendencia identificada en el centro de Argentina participó en tres eventos migratorios interregionales: uno hacia el noroeste argentino, mezclándose con el componente andino, otro hacia la región pampeana (donde parece haberse convertido en la ascendencia principal desde hace 800 años) y el último hacia el Gran Chaco, donde se mezcló con el componente Amazónico.

Por lo tanto, la investigación demuestra que este componente genético central ha persistido por más de ocho milenios y aún se encuentra presente en la población actual de la región, junto con las ascendencias del oeste de Eurasia y de África subsahariana que llegaron luego de la conquista.

Finalmente, los resultados también sugieren que Sudamérica tiene una historia poblacional particular, caracterizada por la permanencia prolongada de grupos humanos en los mismos territorios durante milenios; mientras que, en otras partes del mundo, los desplazamientos poblacionales seguidos de mestizaje con las poblaciones preexistentes parecen haber sido más comunes.

Rodrigo Nores (derecha) encabezó la investigación, acompañado por Nicolás Pastor. Foto: Conicet
Rodrigo Nores (derecha) encabezó la investigación, acompañado por Nicolás Pastor.

Muestras y métodos de análisis

El trabajo liderado por Nores comenzó en el año 2017 en el marco de una iniciativa de la National Geographic Society “Ancient DNA: The Americas Project”, a partir de una muestra conformada por 29 dientes recuperados en sitios arqueológicos de la provincia de Córdoba.

Desde entonces y hasta el año 2024, el estudio se amplió gracias al trabajo colaborativo con distintos equipos de investigación del Conicet y de universidades nacionales. En conjunto, participaron más de 30 arqueólogos de más de 20 centros de investigación nacionales, quienes aportaron las muestras necesarias para la investigación, provenientes de décadas de labor científica.

De esa manera, se recolectaron en total 344 muestras de 310 individuos provenientes de 133 sitios arqueológicos ubicados en el noroeste, noreste, este y centro del país. Posteriormente, los datos genéticos fueron analizados conjuntamente entre Josefina Motti, investigadora del Conicet en el Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana, Nicolás Pastor, profesional de apoyo del Idacor, Rodrigo Nores y los investigadores de la Universidad de Harvard, Javier Maravall-López y David Reich.

Los especialistas aplicaron métodos estadísticos para analizar cientos de miles de marcadores genómicos obtenidos de cada muestra, que permitieron reconstruir la historia poblacional de la región.

“Con este estudio queríamos reconstruir una historia que no está escrita, que es la historia previa a la conquista hispana, empleando un enfoque metodológico que se complementa con la información obtenida a partir de la investigación arqueológica. En una instancia previa de la investigación, ya habíamos visto que a nivel del ADN mitocondrial había características distintivas en la región centro, pero no habíamos podido analizar el genoma completo. El hallazgo de un linaje genético sudamericano previamente desconocido demuestra que nuestra comprensión del poblamiento de América sigue siendo limitada en comparación con otras regiones”. /Clarín