Lunes 10 de Noviembre de 2025, 06:46
El vicegobernador Miguel Acevedo encabezó una serie de reuniones políticas en la Legislatura de Tucumán que marcaron el inicio de una etapa clave en el debate por la reforma electoral y política provincial. Durante tres jornadas consecutivas, el titular del Poder Legislativo mantuvo encuentros con legisladores y referentes territoriales del oficialismo para avanzar en un consenso interno antes de abrir la discusión con la oposición y otros sectores de la sociedad civil. La meta, según adelantó, es aprobar los cambios antes de fin de año.
Los encuentros —realizados entre el martes y el jueves— también sirvieron para analizar los resultados electorales nacionales. Aunque el oficialismo obtuvo más del 50% de los votos en Tucumán, en las filas peronistas persiste la sensación de haber perdido una tercera banca legislativa por falta de compromiso de algunos sectores locales. Este balance político sirvió de contexto para los debates internos que, según trascendió, encontraron resistencias notorias en las secciones Este y Oeste, donde los jefes territoriales más tradicionales se oponen a modificar el sistema de votación.
En cambio, los legisladores de la Capital manifestaron una posición más favorable a las reformas impulsadas por Acevedo. En la última de las reuniones, el vicegobernador recibió en su despacho a los parlamentarios
Carolina Vargas Aignasse,
Mario Leito,
Hugo Ledesma,
Gerónimo Vargas Aignasse,
Gabriel Yedlin,
Christian Rodríguez,
Alejandro Figueroa,
Tulio Caponio y
Ernesto Gómez Rossi, y anunció que esta semana continuará el diálogo con el bloque Justicialista y luego con la oposición.
“El sistema electoral define cómo los ciudadanos eligen a sus representantes. No podemos tratarlo con liviandad. Buscamos una reforma responsable, con consenso, que nos permita mejorar lo existente”, expresó Acevedo tras los encuentros, al admitir que el objetivo no es alcanzar “la versión perfecta”, sino un avance significativo hacia un sistema más ordenado y transparente.
Los cuatro ejes centrales de la reforma incluyen:
- La sustitución de la boleta partidaria por un modelo más moderno.
- La reducción de las listas colectoras o acoples, una cuestión que genera fuertes divisiones.
- La implementación de la paridad de género en cargos electivos.
- La eliminación de las dobles candidaturas, que permitiría postularse en dos categorías a la vez.
El punto más conflictivo es el de los acoples. Mientras que en la Capital hay consenso sobre la necesidad de reducirlos drásticamente, en el interior algunos dirigentes defienden su permanencia, argumentando que reflejan la pluralidad política de los territorios.
En las elecciones de 2023, en ciertas comunas del interior se llegaron a encontrar más de 60 boletas distintas. Entre las alternativas, algunos proponen limitar la cantidad de acoples al número de bancas en juego por sección, otros al doble, mientras que proyectos opositores plantean un máximo de cinco o incluso de dos.
Otro debate abierto es el tipo de instrumento de votación. En el oficialismo gana terreno la propuesta de implementar la Boleta Electrónica de Papel (BEP), que combina la selección digital con un respaldo físico impreso. Sin embargo, hay legisladores que temen que el sistema genere desconfianza o desigualdad técnica en zonas rurales. Por otro lado, la experiencia de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones legislativas nacionales generó un antecedente que muchos consideran “presión” para modernizar el modelo tucumano, aunque reconocen que su aplicación integral sería compleja por la cantidad de cargos que se eligen en la provincia.
La incorporación de una ley de paridad de género figura entre los puntos con mayor consenso. Tucumán es una de las tres provincias argentinas que aún no cuenta con esta normativa, junto con Tierra del Fuego y Corrientes, y varios proyectos impulsados por legisladoras oficialistas ya fueron presentados.
En paralelo, la eliminación de las dobles candidaturas también avanza sin mayores resistencias dentro del justicialismo, ya que su uso es más habitual en la oposición. El objetivo es evitar superposiciones electorales y fortalecer la transparencia en las listas.
Entre las propuestas complementarias que serán discutidas más adelante figuran la posibilidad de otorgar puntaje docente a las autoridades de mesa, imponer mayores restricciones a los partidos acoplados, prohibir la propaganda callejera y vetar candidaturas de personas con condenas hasta diez años después del cumplimiento de la pena, como forma de reforzar la ética pública.
Mientras el debate continúa, el vicegobernador Acevedo busca mantener el equilibrio entre las demandas del interior y las expectativas de renovación institucional que crecen en la Capital. “Queremos una reforma que respete las particularidades tucumanas, pero que también dé un paso adelante en calidad democrática”, sintetizó uno de los legisladores que participó de las reuniones, reflejando el espíritu con el que el oficialismo encara una de las discusiones políticas más trascendentes del año.