Esta no era Marita: el video que mostraría una manipulación de Trimarco justo al ser denunciada por apropiarse de alquileres

Viernes 07 de Noviembre de 2025, 21:22

Las imágenes de Marita Verón y de la mujer fallecida en Paraguay



La madre de Marita Verón había anunciado que viajaría a Paraguay tras una supuesta pista sobre su hija, pero la Policía confirmó que la mujer fallecida no era ella. El episodio coincidió con nuevas denuncias por presuntas irregularidades en los alquileres de la Fundación María de los Ángeles.

La historia volvió a comenzar con un llamado anónimo. Una voz que aseguraba que en Asunción había aparecido una mujer sin identidad, con rasgos similares a los de Marita Verón, reavivó una esperanza dormida.

Susana Trimarco comunicó que planeaba viajar a Paraguay y pidió colaboración a las autoridades para cotejar huellas y ADN. Sin embargo, antes de concretar el viaje, la Policía paraguaya descartó la posibilidad: la mujer fallecida fue identificada y no tenía relación alguna con el caso Verón.


Pero mientras la pista se desmoronaba, en Tucumán crecía la polémica por las denuncias sobre el manejo patrimonial de la Fundación María de los Ángeles, la entidad que Trimarco dirige desde hace casi dos décadas y que recibe aportes públicos y privados para asistir a víctimas de trata.

El foco en los alquileres y la administración de propiedades

Según trascendió en distintos medios provinciales, la fundación administra varios inmuebles en la capital tucumana, algunos de los cuales estarían siendo alquilados a particulares y empresas para actividades comerciales.

Los registros catastrales provinciales muestran que la entidad figura como titular de diversos locales y oficinas, adquiridos o mantenidos con fondos públicos durante los últimos años. Varios de esos espacios —según versiones difundidas en la prensa local— fueron arrendados a comercios, estudios profesionales y emprendimientos privados, generando ingresos que no habrían sido informados públicamente en los balances de la organización.

Estas operaciones despertaron críticas desde sectores políticos y organizaciones sociales que reclaman una auditoría independiente. En particular, legisladores opositores de Tucumán pidieron explicaciones sobre el destino de los recursos obtenidos por esos alquileres, y si fueron efectivamente reinvertidos en programas de asistencia a víctimas, como estipulan los fines de la fundación.

Hasta el momento, no se presentaron balances oficiales actualizados ni documentación que aclare la situación patrimonial completa de la entidad. Desde el entorno de Trimarco respondieron que todo está “dentro de la legalidad” y atribuyeron las versiones a “ataques políticos”. Sin embargo, las declaraciones no fueron acompañadas por información contable ni por la publicación de los estados financieros.

Silencio oficial y reclamos de transparencia

El Ministerio de Justicia de la Nación y el Gobierno tucumano —ambos aportantes regulares de fondos a la fundación— evitaron pronunciarse públicamente sobre los cuestionamientos. Sin embargo, fuentes del ámbito administrativo reconocen que no se realizaron auditorías exhaustivas en los últimos años sobre el uso de los subsidios otorgados.

En paralelo, ex integrantes de la organización que dejaron sus cargos en los últimos años denunciaron informalmente irregularidades en la gestión interna y falta de control sobre la administración de donaciones. Ninguna de estas presentaciones derivó en causas judiciales, pero su sola existencia alimenta la sospecha sobre un manejo discrecional de los recursos.

La coincidencia que encendió las sospechas

La simultaneidad entre la pista en Paraguay y la reaparición pública de Trimarco con el avance de estas denuncias no pasó inadvertida en el ambiente político y mediático.

“Cada vez que las críticas a la fundación ganan espacio, surge un capítulo nuevo en la historia de Marita que ocupa todos los titulares”, señaló un analista en las redes.

Aunque no hay pruebas de una maniobra deliberada, la coincidencia temporal reforzó la percepción de que la atención sobre la supuesta pista sirvió para desplazar el debate sobre el manejo de la fundación, que sigue bajo la lupa de la opinión pública.

De símbolo nacional a figura en debate

Durante más de dos décadas, Susana Trimarco fue reconocida como un símbolo nacional en la lucha contra la trata de personas. Su historia inspiró leyes, películas y campañas de concientización. Pero hoy, el consenso alrededor de su figura parece resquebrajarse.

Las denuncias por los alquileres, la falta de auditorías y los cuestionamientos políticos abrieron un nuevo frente de críticas que ponen en duda la transparencia de la organización que lleva el nombre de su hija.

Mientras tanto, la causa judicial por la desaparición de Marita Verón sigue sin avances.

El caso de Paraguay volvió a demostrar que el dolor y la esperanza continúan siendo un poderoso motor mediático, pero también que la credibilidad pública de Trimarco enfrenta su momento más difícil desde que inició su cruzada hace más de veinte años.