"Esta es mi misión ahora: fortalecer la fe de las personas a través de mi arte", dijo Ranilson Viana.
Los 54 metros de Nuestra Señora de Fátima superan los 38 metros del Cristo Redentor, punto de peregrinaje para fieles y turistas en Río.
La obra quedó oficialmente inaugurada con una misa del obispo de Crato, Magnus Henrique y con shows musicales.
Viana, sin embargo, sigue trabajando en una obra mayor, que incluso eclipsará a su Vírgen de Fátima. Es un monumento a Santa Ana, la madre de María y abuela de Jesús, que prepara en su Petrolina natal.
Medirá 57 metros y será, por un metro, el mayor monumento de Brasil. En segundo lugar quedará la Santa Rita de Cascia, de Santa Cruz. Luego llegará el momento de trasladarla a su destino, Santana do Ipanema, en el estado de Alagoas.
Ranilson Viana explicó que su dedicación al arte religioso viene de la devoción de su abuela, que lo crió tras la muerte de su madre. Y se profundizó recientemente, cuando su hijo de dos meses murió. Acababa de empezar su camino como escultor: lo hizo para -como dijo a la web Sete Margens- poder pagar una casa con una habitación para su hijo. /
Clarín