“Este mecanismo permite efectuar pagos sin dejar rastro de quién recibe el dinero, manteniendo la operatoria fuera del alcance fiscal. Con la eliminación del cheque papel se reduce drásticamente la capacidad de canalizar pagos por operaciones no declaradas. Y para quienes los utilicen en operaciones sin declarar, aumenta el riesgo de detección", explicó Domínguez.
El cheque electrónico deja todo bajo registro. Se tiene el detalle del recorrido que hace desde su emisión hasta su cobro, porque cada endoso, cesión o transmisión tiene que identificarse con un CUIT, CUIL o CDI. Así, desaparece la posibilidad de circular un cheque sin identificar al próximo beneficiario.
“El cheque electrónico deja huella, es una ventaja a la hora de rastrear el curso del dinero, sea por la definición de responsabilidades en causas, en lo penal económico o en lo impositivo. La existencia del cheque físico, que se pasa de uno a otro sin endosar, o aun endosando en el papel físico, limita las posibilidades de seguimiento porque para conocer quiénes los recibieron hay que ir al papel“, dijo Fernanda Laiún, socia de LFS Tax.
Con toda la información a disposición, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), la administración tributaria provincial y la municipal pueden fortalecer el control fiscal sobre las operaciones. Para Domínguez, aunque la digitalización de los cheques no implica por sí misma un aumento de la recaudación, señaló que el cambio de comportamiento podría significar una menor evasión estructural en pagos no trazables y un mayor cumplimiento espontáneo por efecto disuasivo de la trazabilidad.
Se usa el cheque “a la orden” sin consignar beneficiario y sin endoso formal para realizar pagos sin declarar.
“La práctica de ceder los cheques sin endosar para no pasar el límite de tres endosos favorece el pago de operaciones no registradas. Para el contribuyente que opera en blanco, significa que tiene que incorporar la herramienta del cheque electrónico que lo libera del fraude propio y de terceros. Pero para quien opera en negro, en todo o en parte, es un empujón más para el uso del efectivo”, sumó Laiún.
De todos modos,
solo queda una pequeña parte de la economía que todavía opera con cheques físicos. En septiembre se compensaron 5,3 millones de cheques (tanto físicos como electrónicos), pero 81,8% de los montos y el 58,9% de las cantidades correspondieron a echeq, de acuerdo con el informe de Pagos Minoristas del BCRA.
Además, en la búsqueda por impulsar la competencia de monedas en el país, en agosto pasado la autoridad monetaria volvió a habilitar la apertura de las cuentas corrientes en dólares, sobre las que se pueden girar cheques en moneda, siempre y cuando sea en su versión electrónica (echeq). Como la adaptación de los sistemas de las entidades y de compensación requiere tiempo, se prevé que el próximo 1° de diciembre se completen las adecuaciones.