Domingo 14 de Diciembre de 2025, 17:37

El IPC cerraría 2025 con un acumulado superior a 31%.
Las estimaciones privadas anticipan que la inflación de diciembre de 2025 sería similar a la de noviembre, que dio 2,5% y continuó la aceleración registrada desde mayo.
Las consultoras proyectan que el dato del último mes del año rondará entre 2,1% y 2,5%. De confirmarse los pronósticos, el IPC cerraría 2025 con un acumulado superior a 31% y la inflación anual más baja desde 2017, aunque todavía por encima del umbral mensual de 2% que el Gobierno busca quebrar a comienzos de 2026.
Las primeras mediciones reflejaron una aceleración de los precios en el arranque de diciembre, explicada por aumentos puntuales, estacionales y ajustes de los servicios regulados. Pero, con el correr de los días, hubo una moderación, especialmente en alimentos y bebidas, rubro clave en el índice general, con un peso de
En ese contexto, algunas estimaciones se ajustaron a la baja. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora todos los meses el Banco Central apuntó en esa dirección. El consenso de los analistas es el más optimista de todas las previsiones del mercado: arrojó que diciembre dará 2,1% y anticipó que se retomará el proceso de desinflación en los primeros meses del año próximo.
En tanto, EcoGo espera que diciembre de 2,3%, aunque aclaró que el dato es preliminar y está sujeto a modificaciones. Su relevamiento de precios minoristas en la primera semana del mes le dio un avance de 0,4%.
Federico Filippini, ejecutivo de Adcap Grupo Financiero, coincidió en que “diciembre se ubicaría en 2,3% por el alza de precios regulados y alimentos”.
En cambio, otros economistas creen que diciembre dará igual que noviembre. “Sería otra vez de 2,5%, por lo que el año cerraría con una inflación en torno a 31%”, adelantó Lorenzo Sigaut Gravina, presidente de Equilibra.
Analytica también prevé un 2,5%. “Nuestro relevamiento semanal de precios de alimentos y bebidas registró un incremento de 1,2% en la segunda semana. Se suma que los regulados mantienen aumentos como en noviembre, tras el anuncio de la suba de tarifas de luz, gas y colectivo”, explicó Ricardo Delgado, titular de la consultora.
También C&T Asesores Económicos proyecta un 2,5%. “Al pico estacional del turismo por vacaciones, se suma la nueva suba del precio de la carne, aunque está atenuándose”, analizó Camilo Tiscornia, director de la firma.
Perforar el 2% mensual, el próximo objetivoDe cara a 2026, el foco del Gobierno está puesto en un perforar el 2% mensual y consolidarlo como el nuevo techo. El objetivo podría alcanzarse en enero. El REM estimó que el primer mes del año dará 1,9%.
Un punto que sigue de cerca el mercado es el comportamiento de la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales. Tras la aceleración de noviembre, diciembre daría una desaceleración, lo que refuerza que el proceso de desinflación no responde solo a factores transitorios, sino también a una menor inercia inflacionaria. A su vez, los analistas advierten que la evolución de tarifas y servicios públicos seguirá siendo una variable sensible.
Lograr un inicio de 2026 con una inflación inferior a 2% es una señal central para anclar expectativas, reforzar la credibilidad del plan económico y mejorar el clima financiero. La evolución en los primeros meses del año será determinante para confirmar si la potencial desaceleración logra sostenerse.
“La inflación se aceleró en noviembre, lo que muestra que no es una guerra ganada todavía. Las expectativas de depreciación en el esquema de bandas restan presión sobre precios, igual que la actividad moviéndose débilmente y el disciplinamiento que imponen las importaciones. Es difícil que la inflación converja a tasas por debajo de 1% en el corto plazo. Aun con la actividad poco pujante, la inercia es relevante y un mayor dinamismo podría alentar pujas ausentes hasta el momento (salarios y recomposición de márgenes)”, reflexionó LCG.
“Aunque la desinflación perdió ritmo, el reordenamiento interno de precios siguió su curso. Tras el shock de estabilización de 2024, los principales relativos comenzaron a recomponerse, y esa dinámica no se interrumpió. El salto de noviembre se concentró en rubros puntuales, afectado por shocks transitorios, como el ajuste en algunos servicios públicos. Aun así, la señal que deja noviembre no es menor. Entender cómo se reordena ese mapa de precios será clave para proyectar la dinámica inflacionaria en el verano”, analizó GMA Capital. /
Clarín
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