El balance de víctimas fatales ascendió a 16, entre ellas un niño
de 10 años; la persona de mayor edad tenía 87. El ataque ocurrió el
domingo poco antes de las 19, cuando se desarrollaba el evento “Janucá
junto al mar”, una celebración familiar de la comunidad judía.
Entre
las víctimas se encuentra el rabino Eli Schlanger, de origen británico,
quien había celebrado recientemente el nacimiento de su hijo. También
murió Alex Kleytman, quien, según el testimonio de su esposa, recibió el
disparo cuando intentó protegerla. La pareja llevaba cinco décadas de
matrimonio.
El primer ministro Anthony Albanese se dirigió al
país tras una reunión del Comité de Seguridad Nacional. “No hay lugar
para el odio, la violencia y el terrorismo en nuestra nación. Lo
erradicaremos”, afirmó, y llamó a la unidad nacional en apoyo a la
comunidad judía.
Un video muestra el momento en que francotiradores
abatieron a los atacantes: la masacre de Janucá deja 16 muertos, con
víctimas de entre 10 y 87 años
Un impactante registro aéreo
captado por un dron muestra el instante en que fuerzas de seguridad
neutralizan a los autores del ataque terrorista perpetrado en la playa
de Bondi, en Sídney. La Policía confirmó que los agresores eran padre e
hijo y que el atentado dejó al menos 16 personas muertas y más de 40
heridas durante una celebración de Janucá.
Según informaron las
autoridades, Naveed Akram, de 24 años, y su padre, de 50, abrieron fuego
contra familias que participaban de un evento comunitario en una de las
playas más emblemáticas de Australia. En las imágenes se observa a uno
de los atacantes disparando desde un puente peatonal hasta que recibe un
impacto policial, tropieza y cae al suelo.
En el video también
se ve a uno de los agresores tendido boca abajo mientras el otro
continúa disparando contra civiles que celebraban la festividad judía.
El atacante se cubre tras la baranda del puente, aparentemente recarga
su arma y vuelve a abrir fuego en distintas direcciones, con personas a
pocos metros de distancia. Finalmente, cae al suelo, suelta el arma y
queda inmovilizado. En ese momento se produce un forcejeo con un civil
hasta que la Policía logra reducirlo.
Efectivos policiales
rodearon el puente y detuvieron a uno de los atacantes, que levantó las
manos en señal de rendición. El comisionado de la Policía de Nueva Gales
del Sur, Mal Lanyon, confirmó en una conferencia de prensa que los
agresores eran padre e hijo.
El vehículo utilizado por los
atacantes fue hallado en Campbell Parade, al borde de la playa de Bondi.
De acuerdo con los investigadores, el auto tenía una bandera del grupo
terrorista Estado Islámico (ISIS) colocada en el parabrisas delantero, y
junto a él yacía un cuerpo.
Testigos relataron que los dos
hombres descendieron del vehículo y, durante unos diez minutos,
dispararon cerca de 50 balas contra la multitud. Akram, de 24 años,
oriundo del suburbio de Bonnyrigg, en el sudoeste de Sídney, había dicho
a su madre que se iba de pesca. Fue herido, detenido y permanece bajo
custodia mientras recibe atención médica. Su padre murió en el lugar
tras ser abatido por la Policía.
El balance de víctimas fatales
ascendió a 16, entre ellas un niño de 10 años; la persona de mayor edad
tenía 87. El ataque ocurrió el domingo poco antes de las 19, cuando se
desarrollaba el evento “Janucá junto al mar”, una celebración familiar
de la comunidad judía.
Entre las víctimas se encuentra el rabino
Eli Schlanger, de origen británico, quien había celebrado recientemente
el nacimiento de su hijo. También murió Alex Kleytman, quien, según el
testimonio de su esposa, recibió el disparo cuando intentó protegerla.
La pareja llevaba cinco décadas de matrimonio.
El primer ministro
Anthony Albanese se dirigió al país tras una reunión del Comité de
Seguridad Nacional. “No hay lugar para el odio, la violencia y el
terrorismo en nuestra nación. Lo erradicaremos”, afirmó, y llamó a la
unidad nacional en apoyo a la comunidad judía.
Desde la agencia
de inteligencia ASIO reconocieron que uno de los atacantes estaba en su
radar, aunque no era considerado una amenaza inmediata. “Debemos
analizar qué ocurrió”, señaló su director general, Mike Burgess.