Bussi quiere que se obligue a los presos a trabajar para pagarse la comida

Jueves 28 de Junio de 2018, 18:21





El concejal Ricardo Bussi presentó un proyecto de ordenanza, facultando al Departamento Ejecutivo capitalino "a celebrar convenios con Departamento de Producción de Institutos Penales de la provincia mediante los cuales la Municipalidad podrá adquirir los productos fabricados por los reclusos, de conformidad con las disposiciones de la ordenanza 570/80 y siempre que se trata de artículos que el Municipio tenga previsto adquirir".

Bussi señaló que "el grueso de la dirigencia política tradicional, siempre presta a cortar cintas y sacarse fotos en consecuencia para salir en los diarios posando de benefactora, debe asumir de una vez por todas que construir cárceles es tan importante como hacer escuelas, hospitales, rutas o cualquier otra obra pública de interés general. Y si el obstáculo para ello es de índole económico/financiero, entonces se debe tomar la decisión rotunda de construir cárceles autosustentables, dado que las personas condenadas por delitos graves o aberrantes deben ser obligadas a trabajar para lograr su manutención, evitándole de este modo a la gente honesta el tener que sostener económicamente (a través de sus impuestos) a los malvivientes que han infringido la ley".

"Pero el trabajo en la cárcel no solo ha de tener una finalidad económica, sino que además ha de ser una forma legítima de fomentar en el recluso buenos hábitos, siendo además un modo reinserción social. En efecto, tanto la disciplina del trabajo como el hecho de aprender o perfeccionar un oficio, constituye para el detenido la mejor manera de brindar oportunidades para que una vez en libertad, el reo tenga herramientas a fin de poder acceder a un modo de vida honesto, salir definitivamente de la delincuencia y con ello, disminuir también los índices de reincidencia", señaló el concejal Bussi en los considerandos del proyecto.

"Asimismo, el trabajo y la consiguiente remuneración percibida, por modesta que fuere, dignifica a la persona y le eleva la autoestima. Constituye además un mecanismo de sociabilización, puesto que con ello se va preparando psicológicamente al detenido para una posterior vida en libertad en concordancia con sus semejantes, sin tener que sentirse menoscabado o marginado y agilizar así el proceso de reinserción", añadió.

"Finalmente, vale agregar que el trabajo aleja al reo del vicio, de las malas costumbres, del aburrimiento y del tedio generado por una espera de tiempo y encierro improductivo, la cual se torna sumamente prolongada o agobiante si la persona detenida no tiene proyecto ni actividad de provecho alguna durante el plazo de cumplimiento de la condena", remarcó Bussi.