El tono melódico de su voz contrasta con el estilo marcial de su marido, quien sólo tiene palabras de amor para esta rubia de fe tan comprometida que en sus nupcias eclesiásticas en 2013 prohibió música en vivo y escuela de samba, según reseñó el diario Folha de S. Paulo.
Ella tampoco escatima expresiones de admiración por el ex capitán del Ejército que se hizo con la presidencia de Brasil al derrotar al académico de izquierda Fernando Haddad.
Jair Bolsonaro "es humano, se preocupa por las personas, es un ser maravilloso, quien convive con él sabe que él es así", decía Michelle en un video difundido por uno de los hijos de Bolsonaro este año. No a través de sus redes propias, ya que sus cuentas tienen muy poca actividad.
La prensa local especula que es ella quien tiene la llave de la conciliación entre el nuevo presidente y sus rivales, para curar las heridas abiertas por una violenta retórica expresada en la campaña del ex militar, aunque ha sido criticada por no marcar distancia de las expresiones más polémicas de su esposo.
Madre de dos hijas, una de 16 años de una primera relación, y de la pequeña Laura Bolsonaro de 8 años, Michelle es, según medios nacionales, una mujer de pulso firme.