Lunes 29 de Abril de 2019, 08:32
"Tuve que romper con muchos prejuicios. Vengo de un ambiente conservador, cerrado y muy clásico", asegura Martina Saravia (25) –alias Tupi–, una de las primeras influencers –netamente instagramer– de nuestro país. Es hija y nieta de dos Chalchaleros: Facundo (58) y Juan Carlos (88), respectivamente.Una semana después de la nota, viaja de Fez a Chefchaouen, en Marruecos para mostrarles a sus seguidores las bondades del destino. Todo mientras un cúmulo de marcas –"con las que genero una relación a largo plazo y me identifican"– le pagan para que lo haga. Siempre con una estética inapelable, entre un feed que la muestra dinámica, divertida y sensual. Y stories que la desacralizan.
Eso es @tupisaravia para sus 267.289 seguidores.
–¿A qué prejuicios te referís?–Fui contra mucho de lo que me habían inculcado. Me eduqué en un colegio de monjas, el Michael Ham, de Vicente López. Al principio mis amigas no entendían. "¡Guau, la influencer!", ironizaban. Además, hasta que empecé la facultad nunca había estado con chicos en una clase. Mi papá siempre me decía: "Quiero que estudies una carrera". Por eso hice publicidad. Ahí abrí la cabeza. Muchos me juzgaron por mostrarme, pero nunca me detuve en la crítica.
–Y habrás llamado la atención con las fotos sexy en lugares exóticos…
–¡Por suerte mi papá no tiene Instagram! Pero por ahí la hija de su actual mujer le manda alguna foto mía en bikini. O los amigos lo boludean. O lo que le pasó en la tele… (En Podemos Hablar, Andy Kusnetzoff lo sorprendió con una foto de Tupi en ropa interior). No las había visto y por eso se puso incómodo. Mi hermano, Facundo (29) también me cuenta que sus amigos le dicen cosas. Pero bueno, represento una marca de bikinis. Intento no subir tanto… Y son fotos cuidadas.