La más chica, Nadia tenía un hijo y les dijo que iba a esperar muchos años para ser nuevamente mamá. "Qué mejor que una sobrina que adoramos, sea quien tenga en la panza a nuestro bebé. Las cuatro mujeres coincidieron en que este amor tenía que trascender. Ellas creían que nuestros amor tenía que tener un fruto y que pudiéramos formar esta familia que tanto deseábamos. Sin ellas y sin ese gran acto de amor seríamos dos, pero seguiríamos buscando la forma porque no nos íbamos a dar por vencidos porque contábamos con el acompañamiento de profesionales como Florencia Inciarte de Halitus".
"Ellos no pueden llevar a su hijo en el vientre, pero lo tienen en el corazón"Nadia, que llevó a Gauthier en la panza, tiene una hija. Cuando ella se instaló en Buenos Aires para que vivieran los tres el embarazo, lo hizo con Aitana, de tres años. "La nena era la única razón por la que hubiéramos parado todo. Si perjudicábamos a Aitana por la decisión de la madre de prestarnos el vientre, hubiéramos dado por terminado el proceso. En un momento, a los 4 meses le preguntó: ’Mami, el tío Gabo y el tío Diego van a ser papás. ¿Dónde está el bebé?rsquo;. Nadia le explicó que los varones no pueden llevar un niño en su vientre, pero ellos se aman tanto que tienen a su hijo en el corazón, por eso mamá les prestó la panza para que ellos sean papás. Ahí, Aitana le dijo: entonces ahí adentro de la panza está mi sobrino. Le voy a poder hacer upa darle la mamadera".
Óvulos traídos de República Checa
"Trajimos óvulos de afuera, porque en Argentina no se podía elegir la procedencia. Nuestra médica nos había planteado que aquí es a criterio de los médicos y nosotros queríamos participar de la elección. Decidimos hablar con las autoridades de la clínica y nos permitieron traerlos de un banco de afuera, de República Checa algo que nunca se había hecho en el país".
Una vez que nació Gauthier, a Gabriel -que trabaja en el Senado- le dieron las equivalencias de la licencia por maternidad. Una vez terminada esa etapa, el bebé empezó a concurrir a los cinco meses al jardín maternal del Senado. Más allá de ese tiempo, ellos se dividen las tareas para ser los únicos que se encarguen de la crianza de su hijo.
A la hora de elegir a los padrinos, optaron por Juan, un amigo de los dos y por Pampita. La razón fue que, desde el primer día que Gabriel le contó sobre la relación, ella le dijo que creía en ese amor. "Me dijo no busques explicaciones. Ella creyó en nosotros y por eso, creímos que tenía que ser ella".