Nadie paga: hay serias dificultades para liquidar los sueldos y para que cobren los jubilados que no usan tarjetas

Miércoles 25 de Marzo de 2020, 08:14

Los problemas de las empresas para pagar salarios, el corte de la cadena de pagos y los jubilados que no pueden cobrar son problemas que hay que solucionar.



La atención de la crisis del Coronavirus expande consecuencias sobre la totalidad de la economía y en estas horas entran en tensión la resolución de dos problemas sensibles: la reanimación del clearing bancario y de la cadena de pagos que están en situación de estrés.

El Banco Central debió adelantar para el 26 de marzo (estaba prevista originalmente para el 1 de abril)
el regreso de la compensación de cheques entre entidades financieras que prácticamente había quedado congelada a partir de la declaración de la cuarentena.

"Es mucha la cantidad de cheques que esperan compensación" y que deberían comenzar a destrabarse en estas horas.

La medida es clave para permitir que las empresas puedan pagar los salarios de marzo en término en un fin de mes que, sobre la crisis de salud que mantiene en estado de alerta a la población, se vislumbra con complicaciones operativas.

Una de ellas, y no menor, gira en torno al pago de las jubilaciones ya que muchos jubilados no tienen tarjeta bancaria o se resisten a utilizarla y en general van a cobrar a los bancos.

El Central estudia, para esos casos, la posibilidad de que puedan retirar el dinero de los cajeros con un código sin necesidad de recurrir a sucursales bancarias que, por otra parte, continuarán cerradas.

La necesidad de efectivo en los próximos días (en el entorno de Miguel Pesce aseguran que billetes no faltarán) llevó a que el Central le permitiese a los bancos computar como en sus cajas el dinero depositado temporariamente en los camiones de caudales.

Pero si de pesos se trata habrá qu
e estar preparado para un salto importante de la base monetaria, de unos $130.000 millones, provenientes de una vencimiento de Letras de Liquidez.

La escasez de pesos parece no ser un problema para atender la emergencia del Coronavirus en el corto plazo.

Los mecanismos de liquidez están en el menú de opciones de los bancos y la preocupación del Central  está concentrada en evitar tensiones o un quiebre de la cadena de pagos.

Por otra parte y en otro plano, el dilema económico que se discute a nivel mundial y, para algunos líderes, no está claro cual terminará siendo la estrategia más costosa en términos de vidas y actividad planetaria es: Coronavirus: ¿aislar a la población y hundir la economía, o apostar reanimar la actividad mientras se atiende la emergencia sanitaria? No hay una única respuesta.

Hasta ahora, el combate a la difusión del Coronavirus está dominado por las políticas de salud y el confinamiento en los hogares no se discute a nivel global salvo, y hace algunas semanas atrás, por el primer ministro delReino Unido  que ayer, por su parte, decidió endurecer la cuarentena.

Tampoco el presidente de los Estados Unidos se mostró muy inclinado a a adherir a la posición de los virólogos con lo que corre el riesgo de una implosión la primera economía mundial y después de ver el desplome de la actividad en China.

Pero el temor a la pandemia pudo más y ahora aparece dispuesto a desembolsar todos los dólares que sean necesarios en el intento de recuperar a los mercados y detener una ola de destrucción de empleos que, sumada al freno de la actividad, podría explicar una caída de 10 puntos en la economía estadounidense en un trimestre.

La lista de medidas para atender de la crisis de salud y ayudar a los sectores más afectados por la caída de la actividad que tomaron los gobiernos van desde el caso argentino en el que se dispuso un pago de $10.000 para todos los monotributistas y trabajadores informales hasta los US$ 1.000 por estadounidense que estaba por aprobar el Senado norteamericano.

Son sólo ejemplos que se suman a la decisión de la Reserva Federal de los EE.UU. de expandir "lo que sea necesario" la cantidad de dinero o de Europa de anular los que se suponían ratios estrictos en materia de cumplimiento fiscal.

Si la crisis lo demanda, todo indica que habrá dólares, euros y renminbis en cantidades dando vueltas por el planeta y , aquí pesos no faltarán. Tampoco el impacto sobre la actividad económica.

El final de la crisis es desconocido pero, a pesar del drama de la pandemia y de aparezca muy lejos de estar resuelta, la suba de los mercados en el mundo del 24 de marzo mostró un cambio.

La bolsa de Nueva York subió más de 11% después de que las europeas habían trepado 9% y las asiáticas un 5% en promedio.

¿Fue por el plan de rescate de Trump para compensar la crisis económica por el coronavirus que equivaldría al 10% del PBI estadounidense, unos 2,3 trillones de dólares?.

¿Se sumó a que, con su mente acelerada, los operadores consideran que la crisis se terminó en China y que en Italia había habido dos días seguidos sin aumento de la cantidad de muertes( el martes volvió a aumentar)?

Los mercados comenzaron a moverse en función de una crisis que recién comienza pero en el convencimiento de que después de caídas espectaculares en del orden del 30, 40 0 50 por ciento en pocas semanas, las inyecciones de fondos darán resultado.

¿Tendrán información privilegiada o "fatiga" de perdidas después de dias de históricos resultados negativos?

Aún en feriado, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York lograron subirse al carro de las subas con la estrella, después del derrumbe, que fue el papel de YPF con un aumento de 14,4%. Son sólo días.

Nada indica que pueda tratarse de una tendencia./Clarín