No necesitamos más policía, necesitamos que los jóvenes dejen de andar drogándose y tengan trabajo, claman vecinos de La Bombilla

Miércoles 12 de Agosto de 2020, 04:53

PERICIAS TRAS UN CRIMEN. Una escena lamentablemente habitual en las peligrosas calles del barrio Juan XXIII.



“Vea, aquí no hay mucho misterio. Cualquier gil anda con un fierro. Y si tienen problemas, lo soluciona a balazos. Ahora hay mucho ruido porque hubo varios crímenes, pero los tiros son de todos los días”, aclaró Juan Carlos Romero, un vecino del barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) que el martes a la madrugada volvió a agitarse por un homicidio, el tercero en menos de 72 horas. El séptimo que se registra en este sector de la ciudad que, según Google Maps, está a 52 cuadras o a 13 minutos de la Casa de Gobierno.

El último hecho, como los dos anteriores, fue el triste epílogo de una disputa de dos familias que viven en el mismo lugar. Ocurrió a apenas 150 metros de la vivienda donde se encontraban velando a la penúltima víctima.

“Acá siempre pasa lo mismo. Los delincuentes andan armados generando terror entre todos los laburantes de la zona. Pero lo más grave es que nunca terminará, porque dentro de unos días, unas semanas o unos meses, los familiares del muerto se terminarán vengando”, explicó María Luisa Fernández, empleada doméstica.

“La Bombilla” fue uno de los barrios elegidos por el Ministerio de Seguridad para poner en práctica un plan de acercamiento de la Policía con la comunidad. La idea era que los uniformados recorrieran los vecindarios para que estuvieran al tanto de lo que ocurriera para resolver conflictos intravecinales.

“Eso duró unos días y evidentemente no dio resultados. Acá se siguen matando como animales y nadie hace nada”, agregó Fernández. “No necesitamos más policía, necesitamos que los jóvenes dejen de andar drogándose y tengan trabajo como la gente, no un plan basura que los hace más vagos todavía. Ya hay al menos dos generaciones que no saben lo que es ganarse el pan trabajando”, insistió.

Diego “Crillín” Ale había salido del penal de Villa Urquiza el 31 de julio, donde había se encontraba encerrado acusado de un robo agravado. El martes, a las 1.30, fue ultimado de al menos 10 balazos en la esquina de Gioconda y Bolivia, muy cerca del playón de la Subjefatura de Policía. El autor del hecho, un adolescente de 16 años, se entregó después del mediodía.

Esta muerte es el cruento epílogo de una pelea de dos familias que comenzó hace más de tres años. El 20 de mayo de 2017, Javier “El Cabezón” Zelarayán fue asesinado de tres balazos en la canchita de “La Bombilla”. Días después, fueron acusados por este hecho Miguel Ángel “Meco” Reyna y “Crillín”. Ambos recuperaron la libertad sin que se realizara el juicio en su contra. La familia de la víctima anunció que vengaría su muerte. Y cumplió su palabra.

El 20 de abril, “Meco” fue asesinado de varios disparos en pleno barrio. Fueron acusados de haber cometido el homicidio Lucas Uriel González, de18 años, que había recuperado la libertad días antes por el crimen de Claudio Patricio Chávez ocurrido en abril de 2019, y Juan Manuel Burgos (19).

Pero los familiares señalaron que el verdadero autor fue un tal “Ulises”, hermano del primero, de 15 años, pero la fiscal Adriana Giannoni entendió que se trataba de una maniobra defensiva para despegar a los otros dos sospechosos, ya que se haría cargo del violento hecho un inimputable.

“Ulises” volvió a aparecer en escena al ser el principal sospechoso del crimen de “Crillín” Ale. Sus familiares señalaron que lo descubrió arriba del techo de su casa y pensó que estaba por robarle. Intentó detenerlo y por eso se generó un mortal tiroteo.

Los parientes de la víctima, en cambio, dijeron que se habían enterado de que había recuperado la libertad y que lo atacó cuando se dirigía a su casa y terminaron así de vengarse del crimen de su tío Zelarayán.

Fuentes del área de Seguridad anunciaron que se reforzaría la presencia policial en ese vecindario para evitar más hechos de sangre.

Mientras tanto, la lista de víctimas de la escalada de ciolencia en el barrio sigue creciendo:

1- El 27 de febrero, Carlos Faversani (23) fue asesinado cuando desconocidos lo apedrearon para robarle la moto.


2- Jonathan Miranda (26) fue ultimado el 6 de marzo por un vecino cuando le pidió que dejara de consumir bebidas alcohólicas.


3- El 20 de abril, Miguel Ángel “Meco” Reyna fue asesinado a balazos. Dos jóvenes se vengaron de la muerte de un pariente.


4- José Ignacio Salvatierra perdió la vida el 29 de junio después de haber recibido una puñalada durante una pelea entre vecinos.


5- El domingo a la madrugada, Juan “Lolo” Coronel murió luego de recibir un disparo durante una discusión con otros dos jóvenes.


6- Beatriz Mercedes Acuña murió el lunes a la madrugada al recibir un disparo en la cabeza cuando intento frenar una pelea. /La Gaceta