Sábado 05 de Septiembre de 2020, 08:40

INOLVIDABLE. A 74 años de su nacimiento y a casi 30 de su muerte, Freddie Mercury sigue siendo una de las grandes figuras del rock.
El que hoy se conoce mundialmente como Freddie Mercury nació con otro nombre. El nombre que eligieron sus padres el 5 de septiembre de 1946 para aquel niño fue Farrokh Bulsara. Pianista, compositor y cantante de la exitosa banda de rock Queen, su voz dio la vuelta al mundo.Escribió las letras de Killer Queen, Bohemian Rapsody Somebody to Love, We Are the Champions, Don’t Stop Me Now, Crazy Little Thing Called Love, It’s a Hard Life e Innuendo, todos grandes éxitos qie pasaron a la historia con la firma de Mercury.
Además de la actividad con la banda, en los años ochenta lanzó su carrera como solista, que lo llevó a publicar dos álbumes, Mr. Bad Guy (1985) y Barcelona (1988). Este último lo hizo en colaboración con la soprano española Montserrat Caballé. El tema homónimo, una colaboración entre ambos, fue la canción oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Los primeros años de colegio, Mercury los pasó en la Escuela de Misioneros de Zanzíbar, un centro en el que enseñaban monjas anglicanas, pero que recibía personas de todas las fes y cultos religiosos.
Pero cuando tenía ocho años, sus padres decidieron enviarlo a estudiar a India.
Fue durante el tiempo libre que pasó con su tía y sus abuelos en el entonces Bombay que descubrió y empezó a sentir su amor por la música, llegado incluso a formar su primera banda con un grupo de amigos: The Hectics.
Mercury volvió a Zanzíbar en 1963, cuando tenía 17. Fue el mismo año en el que Zanzíbar se independizó de Gran Bretaña y Mercury acabó por completar sus últimos años de educación en la escuela del convento católico de San José. Al año siguiente, a causa de una revolución, Freddie y su familia volvieron a Inglaterra.Pocos saben que el gran amor del artista fue una mujer. Su nombre es Mary Austin, y conoció a Mercury antes de que este alcanzara la fama como líder de Queen, la banda cuya historia y canciones han vuelto a resonar tras el reciente estreno de la película "Bohemian Rhapsody".
El filme lleva el nombre de la que se considera la obra cumbre del músico. Como parte del álbum "Una noche en la ópera", el tema se comenzó a difundir en medio de una gran controversia, que puego decantó en su elevación al podio de los clásicos del rock de todos los tiempos.
Fue también el disparador de la fama mundial del grupo, que de un día para el otro se convirtió casi en una banda de culto, con milones de fanáticos que los seguían durante largas y agotadoras giras en decenas de países.
Al mismo tiempo, Freddie comenzaba a reconocer y aceptar su homosexualidad, que se convirtió en uno de los temas preferidos de los tabloides sensacionalistas británicos, dedicados por entonces a revelar detalles escabrosos de las opulentas y truculentas fiestas en las que el cantante se perdía, rodeado de alcohol y drogas.
Parecía que su estilo de vida no afectaba su producción artística ni frenaba su ascendente carrera, pero a la larga terminó minando su salud, convirtiendolo en una de las primras y más notables víctimas del mal que aterrorizó al mundo en los ’80: el Sida.
Apenas un día después de haber comunicado que tenía VIH, Mercury falleció a causa de una bronconeumonía en Londres. El 24 de noviembre de 1991 quedó marcado como un día oscuro para la comunidad rockera mundial y para los fanáticos de la banda alrededor del globo.
Peter Freestone, su asistente personal por doce años, vio a Mercury ascender hasta la cima del éxito artístico. Pero ya en 1991, lo observaba luchar en privado para esconder los signos de una devastadora enfermedad."Recuerdo cuando me lo dijo en 1987. Dijo que tenía SIDA y que eso era todo: ’No volveremos a tratar el tema’", dijo.
Él quería que la gente escuchara su música sin pensar que estaba padeciendo una enfermedad mortal, según explicó Freestone.
"Esta es una de las razones por las que se lo guardó para sí. Incluso, su familia no supo los detalles hasta el último año de su vida. La banda lo supo, creo, en 1990", comentó.
"Si miramos atrás, recordaremos que la enfermedad no tenía ni siquiera un nombre antes de 1984. Cuando supo que estaba enfermo, solo uno de sus amigos cercanos había muerto de SIDA", relató a la BBC.
"Nunca se deprimió por su padecimiento", señala Freestone.
"Para él era un hecho. No tenía sentido perder tiempo tratando de pensar cómo se contagió, dónde o cuándo".
Finalmente, justo unas pocas horas antes de morir, tomó la decisión de hacer una declaración pública.
"Está bien, todo el planeta lo sospechaba pero muy poca gente sabía con certeza que él tenía sida", expresó Freestone.
La declaración, fechada en noviembre de 1991, fue la siguiente:
"A partir de las enormes conjeturas que han aparecido en la prensa durante las dos últimas semanas, deseo confirmar que soy VIH positivo y tengo sida. Creo que ha sido correcto no publicar esta información hasta ahora para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans de todo el mundo sepan la verdad. Espero que todos se unan a mis doctores y a todos los demás en el mundo que luchan contra esta terrible enfermedad. Mi intimidad siempre ha sido algo especial para mí y soy famoso por conceder pocas entrevistas. Por favor, comprendan que esto seguirá siendo así".
En 2006, la revista Time Asia lo nombró como uno de los héroes asiáticos más influyentes de los últimos sesenta años. Un año antes, en 2005, en una encuesta organizada por Blender y MTV2, fue nombrado el mejor cantante masculino de todos los tiempos.Por su parte, en 2008, la revista estadounidense Rolling Stone lo colocó en el puesto 18 en su lista de los 100 mejores cantantes de todos los tiempos, mientras que Classic Rock, al año siguiente, lo consideró el mejor cantante de rock de la historia.
También Allmusic definió a Mercury como uno de los líderes más carismáticos y dinámicos en la historia del rock. /
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