El turista Prat Gay después de dos años vuelve a Tucumán buscando algo para llevarse: “díficil que el chancho chifle”

Miércoles 13 de Enero de 2021, 22:53

TURISTA. Prat-Gay cuando era kirchnerista, haciendo campaña junto a Vicky Donda en las playas de Mar del Plata



Hace dos años, el entonces "candidato a gobernador de Tucumán" Alfonso Prat-Gay desapareció de la escena provincial.

Había llegado unos meses antes como un turista, reivindicando sus ancestros azucareros, con algún apoyo mediático, muchas ínfulas y soluciones infalibles para sacar a los tucumanos del desastre.

Nunca en su vida vivió en nuestra provincia, pero con su mágica presencia prometía llevarnos al Primer Mundo.

Todo fue humo. Sin lograr que nadie lo tomara muy en serio, un día se volvió a Buenos Aires y nadie aquí lo extrañó.

Ahora lo tendremos de visita de nuevo. Alfonso sueña otra vez a Tucumán como su puerta de entrada al Congreso nacional.

El afán de los políticos por seguir acumulando riquezas y protagonismo no tiene límites.

Multimillonario y amante de las mujeres hermosas, Prat-Gay se muere por aparecer en los medios y jugar a la política.

Quiere un cargo, como sea. Siempre vivió en Buenos Aires, pero allí nunca podrá ser candidato a nada. Horacio Rodríguez Larreta no lo quiere ni ver, y Mauricio Macri lo odia.

Tampoco tiene margen para retomar la alianza con el kirchnerismo. El nexo de Prat-Gay con ese sector, Vicky Donda, está a punto de ser eyectada del Gobierno por "negrear" a su empleada boliviana.

En esa encerrona, y cuando se acercan las elecciones de senadores y diputados nacionales, Alfonso reivindica otra vez su dudosa tucumanía.

Por eso, el turista armó otra vez las valijas y este jueves se presentará en Yerba Buena, Concepción y Tafí del Valle, "para reunirse con veraneantes y hombres de negocios", según adelantan sus promotores.

Conseguir una banca de diputado o senador en Tucumán para acrecentar su buena vida en Buenos Aires es la ilusión del oportunista Prat-Gay.

Difícil que el chancho chifle.