Impresionante imagen de un gran hoyo en la tierra que crece día a día

Miércoles 02 de Junio de 2021, 07:22

El enorme socavón ya tiene unos cien metros de diámetro y unos 20 de profundidad.



En Santa María Zacatepec, a unos 119 kilómetros de Ciudad de México, la familia Sánchez se sorprendió en la tarde del pasado sábado por un fuerte estruendo que en un principio creyó que se trataba de un rayo pero descubrió que en realidad era la tierra que se estaba hundiendo.

Este impresionante agujero en la tierra está relleno de agua y rodeado de campo.

Pero desde que fue descubierto, las autoridades se encuentran cercando la zona por temor a lo que pueda pasar con los vecinos y con los curiosos que se acercan para verlo y registrarlo con sus teléfonos.

El socavón en Puebla comenzó con unos cinco metros de diámetro y fue creciendo en pocas horas, explicó la secretaria de Medio Ambiente de la región de  México, Beatriz Manrique.



El hoyo en la tierra comenzó con unos cinco metros de diámetro y fue creciendo en pocas horas

El socavón media el pasado domingo unos 30 metros de diámetro, mientras que el  lunes ya se había ampliado a unos 60 y este martes las autoridades certificaron que había superado los 80 metros.

A medida que crece,  cada vez avanza más hacia la casa de la familia Sánchez que se encuentra ya muy cerca de arrastrarla con él. La familia vive allí desde 2014.

“Nos tocó esto, nos quedamos en la calle. No tenemos nada. Nosotros no somos de acá, tampoco tenemos familiares, estamos solos”, contó a la prensa muy preocupado Heriberto Sánchez.

Hasta el momento, científicos y autoridades intentan determinar el origen del gran agujero y entre las hipótesis se habla de una falla geológica o variaciones hídricas del suelo.

Entre las hipótesis se habla de una falla geológica o variaciones hídricas del suelo.

“Estuvimos viendo desprendimiento mediante el sobrevuelo de drones, es un fenómeno de la naturaleza, seguramente se seguirán dando desprendimientos”, dijo la secretaria de Gobernación de Puebla, Ana Lucía Gil.

A medida que el socavón crece, grandes fragmentos de tierra del borde se des
prenden de manera continua y caen en su interior,  lo que asusta a los curiosos que se acercan al cordón de seguridad que protege la zona. /Crónica