Domingo 12 de Junio de 2022, 11:46
Nazarena Winograd se sentó junto a su papá
Jacobo Winograd en el estudio de LAM (América) para brindar una entrevista a fondo sobre su relación.
“No hay muchas palabras para describirlo. Nunca voy a ocultar que soy su hija, pero de alguna forma es difícil, porque la gente confunde el personaje con su persona”, aclaró la joven, que tiene 26 años, es decoradora de interiores y elige una vida bajo perfil.
Cómo es la relación entre Jacobo Winograd y su hija NazarenaCuando el conductor
Ángel De Brito le consultó a
Nazarena Winograd por la intensidad de su papá, la joven sorprendió al revelar que lo pudo
“encarrilar” cuando se fue a vivir con él:
“Tiene carácter como en la tele, quizá no por las mismas cosas. Él es así, chispita todo el día”. Aseguró que al principio chocaban mucho, pero que con el tiempo fueron adaptándose el uno al otro.
“Él vive de noche y yo de día”, aseguró.
Ahora ella se fue a vivir sola y es una situación que a Jacobo lo inquieta.
“Estoy muy triste”, se sinceró. Contó que extraña las mascotas de ella que lo acompañaban cuando miraba alguna serie o película en su hogar. “
No voy a ser castrador, pero a mí me duele”, dijo con el corazón en la mano.
Nazarena Winograd es decoradora de interiores. (Foto: Instagram @nazawinograd)
Todas las angelitas quisieron conocer más del momento en el que le presentó su actual novio, Facundo, a su papá. “Al principio fue difícil, yo digo que me salió la Jacobita de adentro, porque él es muy negador en un montón de aspectos y con respecto a mi noviazgo era negador. Lo veía en casa y no decía nada”, reveló entre risas.
Hasta que un día, Jacobo le preguntó de frente si ese chico era su novio. Ella se lo confirmó y le adelantó su próximo movimiento: “Mañana duerme en casa”.
Jacobo Winograd y su hija Nazarena. (Foto: Instagram @jacobowinogradoficial)
“A mí lo que me cuesta, y lo reconozco, sé que estoy equivocado pero no lo puedo superar: Nunca le permití, ni nunca él lo hizo, que la bese enfrente mío”, confesó. Enseguida las angelitas le dijeron que eso era prehistórico y no tenía ningún sentido.
“Fui tan mujeriego, tan atorrante, tan infiel, que pensé que Dios me mandó una hija mujer para pagar lo que hice”, aseguró.
Nazarena, curada de espanto, observó todo el intercambio en silencio y con una tímida sonrisa en su rostro. /
TN