Los daños que provoca la Coca Cola en el medio ambiente y la salud de los tucumanos (IA)

Jueves 11 de Septiembre de 2025, 10:47





Reporte exhaustivo sobre el impacto ambiental y en la salud de Coca-Cola, con un análisis específico en la provincia de Tucumán (Informe de Gemini)

El presente informe examina de manera exhaustiva el impacto de The Coca-Cola Company y sus embotelladoras, como Arca Continental en el norte argentino, con una atención particular en los efectos ambientales y de salud documentados en la provincia de Tucumán, Argentina. El análisis revela una tensión fundamental entre las ambiciosas metas globales de sostenibilidad declaradas por la empresa y los impactos locales tangibles y negativos. A nivel global, si bien la compañía ha mostrado avances en la eficiencia del uso del agua y en el porcentaje de material reciclado en sus envases, el crecimiento constante en el volumen de ventas proyecta un aumento continuo de la huella plástica y de carbono.

En el ámbito local, la situación se manifiesta de forma concreta y documentada en Tucumán, donde la operación local afiliada a la empresa, el Ingenio Famaillá, fue sancionada con una multa millonaria por la contaminación de las aguas del Río Salí, lo que causó una mortandad masiva de peces.
Este incidente no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un desafío ambiental más amplio de la industria azucarera local. En paralelo, el análisis de la salud pública demuestra una clara correlación entre el consumo de bebidas azucaradas y la alta prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles en la región, como la obesidad y la diabetes, condiciones que afectan a una parte significativa de la población tucumana. Este reporte concluye que los desafíos ambientales y de salud asociados a las operaciones de la compañía no son meras fallas operacionales, sino consecuencias directas de un modelo de negocio que prioriza el crecimiento del volumen de ventas sobre la verdadera sostenibilidad y el bienestar de las comunidades.

1. Introducción: Un Marco de lo Global a lo Local

The Coca-Cola Company opera a través de un complejo sistema de socios embotelladores en todo el mundo, lo que delega la producción, comercialización y distribución a entidades locales y regionales. En Argentina, estas operaciones son gestionadas principalmente por Coca-Cola FEMSA. La complejidad de esta estructura empresarial hace que la responsabilidad ambiental y social sea un desafío multifacético. Un análisis integral, por lo tanto, no puede limitarse a las declaraciones corporativas globales, sino que debe contrastarlas con los impactos directos en el terreno, como los que se evidencian en la provincia de Tucumán.

Este informe adopta una metodología de síntesis, unificando datos globales de informes de sostenibilidad con investigaciones independientes, estadísticas de salud pública específicas para Tucumán y reportes de noticias sobre incidentes locales. Esta perspectiva combinada permite una comprensión más matizada, identificando las contradicciones entre las métricas de eficiencia y el impacto total, así como las implicaciones de las decisiones corporativas en la salud y el medio ambiente a nivel de la comunidad. El objetivo es proporcionar una evaluación objetiva y detallada que sirva para informar a la sociedad civil, los responsables políticos y la propia industria sobre la naturaleza del impacto de una de las mayores empresas de bebidas del mundo.

2. La Huella Ambiental Global de Coca-Cola


2.1. Contaminación por Plástico: Contradicciones y Compromisos

The Coca-Cola Company es un actor central en la discusión global sobre la contaminación por plástico. Según un informe de la organización Oceana, Coca-Cola es el mayor contaminante de plástico a nivel mundial, por delante de PepsiCo y Nestlé. Un estudio de 2024 de la misma organización, basado en datos de envases de la compañía y estimaciones de crecimiento de ventas entre 2018 y 2023, proyecta que para 2030, más de 600,000 toneladas de residuos plásticos de Coca-Cola serán vertidos anualmente en los océanos y vías fluviales del mundo. Esta cifra equivale a una cantidad de plástico suficiente para llenar el estómago de 18 millones de ballenas.  

La divergencia entre las proyecciones de contaminación y las métricas de progreso corporativo revela una paradoja fundamental. Aunque la empresa mejora sus porcentajes de reciclaje y eficiencia, el crecimiento constante en su volumen de ventas—que aumentó un 4.4% en 2024— significa que la cantidad total de plástico virgen utilizado y el residuo generado continúan aumentando en términos absolutos. Este fenómeno sugiere que los esfuerzos de reciclaje, por sí solos, no pueden contrarrestar el impacto de un modelo de negocio que se basa en la producción masiva y el consumo de envases de un solo uso. La solución más efectiva, como sugieren los expertos, no radica solo en el reciclaje de un solo uso, sino en un cambio más profundo hacia el uso de envases reutilizables, como las botellas retornables, que pueden ser reutilizadas hasta 50 veces y que, a nivel global, representan el 14% del volumen total de bebidas de la compañía.  

2.2. La Huella Hídrica: Eficiencia versus Escasez

La producción de refrescos es una actividad intensiva en el consumo de agua. Una estimación, proveniente de una fuente mexicana, indica que se requieren aproximadamente 34.5 litros de agua para producir solo 1 litro de Coca-Cola, una cifra que contrasta drásticamente con los datos de eficiencia operacional de la compañía. Los reportes de sostenibilidad de Coca-Cola señalan una mejora del 10% en la eficiencia hídrica desde 2015, logrando un índice de uso de agua de 1.79 litros de agua por litro de producto en 2024 para el sistema Coca-Cola a nivel global.  

Esta notable diferencia en los datos de consumo de agua se explica por el alcance de la medición. La cifra de 34.5 litros probablemente considera el uso total de agua en toda la cadena de suministro, incluyendo el cultivo de ingredientes como la caña de azúcar, que es extremadamente intensivo en agua. En cambio, las métricas de la empresa se centran en la eficiencia de sus operaciones de embotellado directo. Esta distinción es crucial porque ilustra cómo las mejoras en la eficiencia operacional no necesariamente abordan el problema más amplio del impacto de la cadena de valor en su conjunto.

3. Impactos Localizados: El Caso de Tucumán

3.1. El Ingenio Famaillá y los Incidentes Ambientales

El impacto ambiental de Coca-Cola en Tucumán se hizo evidente a través de una sanción pública impuesta por el gobierno provincial. El Ministerio de Economía y Producción de Tucumán multó a Arca Continental Argentina, empresa que opera el Ingenio Famaillá, conocido localmente como "el ingenio de la Coca-Cola", por un monto de 17 millones de pesos. Esta multa fue impuesta en relación con un incidente de contaminación que causó la mortandad de peces en la desembocadura del Río Salí-Embalse Río Hondo. La Dirección de Fiscalización Ambiental, basándose en análisis previos, determinó que la causa específica de la mortandad de peces fue la anoxia, es decir, la falta de oxígeno disuelto en el agua.  

Este incidente local constituye un ejemplo tangible de cómo las operaciones de un afiliado regional de una corporación global pueden tener consecuencias ambientales directas y perjudiciales. En lugar de ser un problema abstracto, la contaminación se tradujo en una tragedia ecológica que afectó a la fauna local y al ecosistema del río. La acción legal por parte del gobierno provincial demuestra que, a pesar de las metas globales de sostenibilidad, las operaciones en el terreno deben adherirse a las regulaciones locales, y el incumplimiento puede resultar en multas y daños significativos. El incidente de Famaillá pone de relieve que la responsabilidad corporativa debe ser evaluada no solo en función de los informes agregados, sino también de los resultados de su desempeño en cada comunidad donde opera.

3.2. La Vinaza y el Desafío de los Efluentes Industriales

El incidente de contaminación en el Río Salí debe ser analizado dentro del contexto industrial de Tucumán. La provincia es el corazón de la industria azucarera en Argentina, una actividad que genera un subproducto líquido y contaminante conocido como vinaza. La vinaza es un residuo de la fermentación de la caña de azúcar o la melaza, con una alta Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y un elevado contenido de sales solubles. Cuando es vertida sin tratamiento en los cursos de agua, consume el oxígeno disuelto, provocando anoxia y, en consecuencia, la muerte de la flora y fauna acuática.  

Aunque la multa al Ingenio Famaillá se impuso específicamente por causar anoxia y no se menciona explícitamente la vinaza en su caso, es relevante destacar que otros ingenios en la provincia han sido multados por contaminar con este mismo efluente. Por ejemplo, el Ingenio Bella Vista ha sido sancionado por la misma causa. Esta información contextualiza el problema del Ingenio Famaillá no como un hecho aislado, sino como parte de un desafío sistémico y recurrente en la gestión de efluentes de la industria azucarera en Tucumán. La contaminación del Río Salí es un problema crónico que destaca la necesidad de una gestión más rigurosa de los residuos industriales en la región. La compañía, al operar en este entorno, se convierte en parte de un ecosistema industrial con sus propias complejidades y riesgos ambientales.  

4. La Dimensión de la Salud Pública


4.1. El Vínculo con las Enfermedades Crónicas: Una Perspectiva Regional

El consumo de bebidas azucaradas ha sido firmemente asociado por la comunidad científica y organizaciones de salud como la OMS con una serie de enfermedades crónicas no transmisibles. Un informe del Ministerio de Salud de Colombia indica que en 2015, aproximadamente 3,200 personas murieron a causa de la diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer que eran atribuibles directamente al consumo de bebidas azucaradas. En México, los datos son aún más contundentes, donde se estima que el 70% del azúcar añadido que consume la población proviene de bebidas azucaradas, y su consumo se asocia con un total de 40,842 muertes anuales.  

Estos datos regionales establecen un patrón de vulnerabilidad en América Latina. La alta prevalencia de enfermedades crónicas y su correlación con el consumo de refrescos en países vecinos sugieren que las poblaciones con hábitos de consumo similares, como la argentina, enfrentan riesgos de salud comparables. Este contexto regional es fundamental para comprender la situación particular de Tucumán y la necesidad de examinar la relación entre la penetración del mercado de estos productos y la salud de sus habitantes.

4.2. El Perfil de Salud de Tucumán: Vulnerabilidades Locales

Los datos de salud pública en Tucumán reflejan una situación alarmante, con altas tasas de obesidad y diabetes que se alinean con los patrones regionales de consumo de bebidas azucaradas. Según el Ministerio de Salud Pública de Tucumán, el 11% de la población de la provincia es diabética. En cuanto a la obesidad, la prevalencia ha experimentado un crecimiento sostenido, pasando del 17.2% en 2005 al 19.6% en 2009, y alcanzando casi el 22% de la población en la actualidad.  

Estas cifras revelan una crisis de salud pública en desarrollo. Si bien no se puede establecer una causalidad directa e individual entre el consumo de un solo producto y estas enfermedades, la evidencia regional y local sugiere una fuerte correlación. La alta penetración de mercado de productos como Coca-Cola y el crecimiento del consumo de bebidas azucaradas en la provincia coinciden con el aumento de las tasas de obesidad y diabetes. Esta situación crea un círculo vicioso: el éxito comercial de la empresa contribuye a un deterioro de la salud pública, lo que, a su vez, se convierte en un indicador de la profunda dependencia del mercado de sus productos.

4.3. Un Análisis Químico de los Riesgos para la Salud: Más Allá del Azúcar

Los riesgos para la salud asociados al consumo de Coca-Cola y otras bebidas de cola no se limitan al alto contenido de azúcar. La formulación de estas bebidas incluye ingredientes que, aunque son seguros en cantidades limitadas según las autoridades reguladoras como la FDA, han sido cuestionados por sus efectos a largo plazo. El ácido fosfórico, por ejemplo, se utiliza para equilibrar el sabor excesivamente dulce, pero puede tener efectos nocivos en el organismo. Los expertos han vinculado el ácido fosfórico (H3?PO4?) a la desmineralización ósea, la inhibición de la absorción de calcio, el debilitamiento de los huesos y la promoción de fracturas. La ingesta de esta sustancia también ha sido asociada con un mayor riesgo de daño renal.  

Además, el debate se extiende a las versiones "light" o "zero". La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado el aspartamo, un edulcorante artificial popular en estas bebidas, como "posiblemente cancerígeno para los humanos". Esta clasificación se basa en la "evidencia limitada" de que la sustancia podría causar cáncer, una conclusión de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Sin embargo, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la OMS y la FAO no ha encontrado evidencia convincente de daño y ha mantenido el nivel de ingesta diaria aceptable en 40 miligramos por kilogramo de peso corporal. Esta ambigüedad en las conclusiones científicas presenta un nuevo dilema de salud pública: al promover alternativas sin azúcar, la industria podría estar sustituyendo un conjunto de riesgos de salud conocidos (obesidad, diabetes) por un conjunto de riesgos potenciales y menos comprendidos, sin abordar el hábito de consumo de bebidas ultraprocesadas.  

5. Síntesis de Hallazgos

5.1. Un Análisis Integrado: Responsabilidad Corporativa en un Ecosistema Complejo

La evaluación del impacto de Coca-Cola en Tucumán revela una narrativa que se extiende más allá de los informes corporativos de sostenibilidad. Los desafíos ambientales y de salud no son problemas aislados, sino que están interconectados y enraizados en la estrategia comercial de la empresa. Por un lado, la compañía busca activamente mejorar sus métricas de eficiencia y reciclaje global, pero su modelo de negocio, basado en un crecimiento continuo de la producción y las ventas de productos en su mayoría de un solo uso, inevitablemente genera un aumento en la huella total de carbono y plástico. La multa en Tucumán es un reflejo de que esta huella, a nivel local, puede manifestarse como un daño ecológico concreto y cuantificable.

Por otro lado, la profunda penetración de mercado de estos productos en la provincia coincide con un notable aumento en las tasas de obesidad y diabetes, lo que sugiere una correlación causal entre el consumo masivo de estas bebidas y el deterioro de la salud pública. La promoción de alternativas "light" no elimina por completo los riesgos, sino que podría introducir nuevas preocupaciones sobre la seguridad a largo plazo de los edulcorantes artificiales. En síntesis, el éxito comercial de Coca-Cola y sus filiales, medido en volumen de ventas, parece estar en conflicto directo con los principios de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social a nivel comunitario. La situación en Tucumán sirve como un microcosmos que ilustra cómo el impacto sistémico de una corporación global puede manifestarse en los problemas ambientales y de salud de una región específica.