La muerte de
Milena fue aberrante. No fue víctima de un accidente, como le aseguró su mamá a los médicos al inventar que se había caído de la cama, sino que
la habían matado a golpes. Por ello la mujer,
Milagro Esther Torres, y su pareja,
Darío Chamorro, fueron detenidos por homicidio. En el medio, quedó nuevamente bajo la lupa el accionar de la Justicia que hace tres meses le había devuelto la tenencia de la menor a la presunta asesina.
La beba tenía solo dos años y vivía en una casa de la localidad de Mariano Acosta, en
Merlo, con su mamá, su hermanito de meses, su padrastro y el hijo de él. Tras descartar la coartada de los sospechosos a partir del resultado de la autopsia, el espanto sumó todavía más horror: los hermanos de la víctima también tenían signos de maltrato e incluso a uno tuvieron que tomarle los signos vitales porque creyeron que también estaba muerto.
El otro dato indignante que confirmó en las últimas horas una fuente cercana a la causa al portal local Primer Plano, fue que hace 90 días la justicia de Pilar le había quitado la tenencia de Milena a su padre biológico para dársela a Torres, a pesar de que en ese momento la mujer decía vivir en situación de calle.
La desafortunada decisión judicial volvió inevitable la comparación con el caso de Lucio Dupuy, el nene de cinco años que fue abusado y asesinado a golpes en La Pampa a fines de 2021. Por ese caso la mamá de la víctima, que ahora está siendo juzgada al igual que su pareja, había recuperado la custodia de la víctima poco tiempo antes del crimen.