Viernes 19 de Julio de 2024, 22:43
Son pocos los afortunados que pudieron verlos. Aparecen en lo alto del cielo, por sobre las nubes de tormenta, a veces luego de los relámpagos, y desaparecen en un instante. Son de color rojo carmesí, brillantes y su forma los asemeja a criaturas extraterrestres o medusas. Se trata de los llamados
Eventos Luminosos Transitorios (TLE), un fenómeno tan espectacular como fugaz y misterioso.
Apodados con el término “duendes rojos”, también se los conoce como sprites, un acrónimo en inglés de Stratospheric Mesospheric Perturbations Resulting from Intense Thunderstorm Electrification, que en español se podría traducir como perturbaciones estratomesosféricas resultantes de la electrificación intensa de tormentas.
Estos destellos rojizos cautivan a la comunidad científica por su
enigmático origen. A pesar de que se observaron por primera vez en
1885, siguen siendo un
misterio para la comunidad científica. Se cree que están relacionados con la
actividad eléctrica de las tormentas, pero aún no se comprende completamente el mecanismo exacto por el que se generan.
Duendes rojos, el fenómeno aéreo que ni la NASA conoce su origen
En la actualidad, científicos de todo el mundo buscan observar estos fenómenos con mayor detalle para descubrir las razones de su formación. Para ellos usan todo tipo de tecnología, desde cámaras de alta velocidad hasta sensores remotos. Y la
NASA, junto con otras organizaciones, también lleva a cabo
investigaciones para comprender mejor los duendes rojos.
Uno de esos proyectos es una iniciativa global llamada Spritacular, un programa de ciencia ciudadana que requiere la colaboración de personas de todo el mundo para documentar y estudiar estos fenómenos. Cualquiera que quiera participar y colaborar con la agencia espacial, puede hacerlo en este
link
Duendes rojos, el fenómeno aéreo que ni la NASA conoce su origen
Cómo y dónde observar duendes rojos
Los duendes rojos son
difíciles de observar a simple vista debido a su corta duración y brillo. Sin embargo, es posible fotografiarlos con
cámaras de alta sensibilidad. Su forma de
medusa invertida, con chorros rojizos que se extienden hacia arriba desde la nube, los hace inconfundibles. Suelen aparecer
sobre tormentas fuertes, principalmente en regiones tropicales y subtropicales. /
TN