La propia Bullrich se pronunció sobre el hecho, pero para criticar a la madre de la menor afectada por el gas pimienta. “MADRE IRRESPONSABLE Y VIOLENTA [sic]. En estas últimas marchas hubo un grupo de militantes que fueron con piedras y palos a pegarle a la Policía y ahora dicen que la Policía le tira gases a una nena
. La responsabilidad de llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas es responsabilidad de esta madre irresponsable. Ya les dijimos: LLEVAR A LOS CHICOS A LAS MARCHAS ESTÁ PROHIBIDO. LOS CHICOS A LAS MARCHAS, NO”, escribió en su cuenta de la red social X.
La frase de la ministra fue en respuesta a un tuit anterior de la rama local de Amnistía Internacional.
“OTRA VEZ REPRESIÓN [sic]. Las fuerzas de seguridad gasearon a una niña, jubilados y periodistas. Los niños/as NO pueden ser blanco de gases u otros impactos de armas. Es responsabilidad de las fuerzas de seguridad ejercer un control estricto y riguroso del uso de armas de acuerdo a los estándares internacionales del uso de la fuerza”, escribió en X la organización no gubernamental.
Al caer la noche, el Gobierno no solo había logrado una victoria dentro del recinto de la Cámara de Diputados, al bloquear el intento de la oposición por derribar el veto de Javier Milei que puso un freno al aumento de los jubilados. También había logrado desalojar a los manifestantes y poner en duda el registro más incómodo del operativo: la imagen de la niña con el rostro enrojecido y los ojos apretados por el ardor.
Una niña se ve afectada por gases lacrimógenos rociados por la policía antidisturbios durante una protesta frente al Congreso Nacional en Buenos Aires el 11 de septiembre de 2024.
Este jueves, sin embargo, se difundió en las redes sociales otro video, filmado desde atrás del cordón policial. Allí se observa un segmento de la nube rojiza lanzada por la presunta manifestante, cuyo rostro no es captado. También cómo ese polvo afecta a un policía federal, que se resguarda detrás del cordón, y a una manifestante joven, que se limpia el rostro con el antebrazo y le pide a la policía que no avance sobre la madre y su hija de 10 años, que desde antes que comenzara esa secuencia
estaban sentadas y abrazadas sobre el asfalto, junto a dos hombres, uno con muletas.Pero lo que se aprecia con claridad es que, inmediatamente después del polvo rojizo, la Policía Federal avanza sobre los manifestantes: la primera línea con escudos y la segunda con los aerosoles de gas pimienta. Y que uno de los uniformados, de pie junto a la madre y la hija sentadas en el asfalto, decide apuntar hacia abajo y, a escasos centímetros, lanza una descarga continua sobre las cabezas de las mujeres. No solo eso, mueve el aerosol de arriba a abajo, varias veces, con lo cual la descarga impregna rostros, sienes y nucas de la madre y la hija. Luego, vuelve a apuntar hacia arriba el aerosol, para dirigir el spray hacia los manifestantes.