Lunes 16 de Septiembre de 2024, 23:51
Betty Rojkés y José Alperovich
Hecho nº 6
Se le imputa a Jorge José Alperovich el haber abusado sexualmente con acceso carnal de M.F.L. el 9 de marzo del año 2018, en el interior de la casa ubicada en la calle Martín Fierro 381 de la localidad de Yerba Buena, provincia de Tucumán.
Al arribar al domicilio indicado, Alperovich le solicitó a su personal de seguridad que se quedara en otro sector de la vivienda. Luego, mientras M.F.L. y el acusado se encontraban sentados en un sillón, Alperovich se acercó, se quitó su pantalón mientras le expresaba “mira cómo me pones”, al mismo tiempo que le desprendió la ropa a la víctima y la obligó a que le tocara su pene. Tras ello, la llevó a la fuerza a un cuarto de la casa y le practicó sexo oral, mientras ella intentaba sacárselo de
encima suyo diciéndole que no lo hiciera, que se detuviera.
Sin embargo, este la arrojó sobre la cama y le dijo “cállate que no doy más”, la dio vuelta, colocándola de espaldas, le agarró la nuca e introdujo su pene en
la vagina de la víctima.
Tras la violación, Alperovich le manifestó que ella lo energizaba y que quería que ella fuese su cómplice. Luego, se retiró del cuarto, mientras que M.F.L. se quedó paralizada, puesto que se sentía indefensa y desprotegida.
Hecho nº 7
Se le imputa a Jorge José Alperovich el haber abusado sexualmente con acceso carnal de M.F.L. el 12 de marzo del año 2018, en el interior de la casa ubicada en la calle Martín Fierro 381 en la localidad de Yerba Buena, provincia de Tucumán.
En dicha oportunidad, mientras Alperovich y la víctima se encontraban sentados en el sillón del mencionado domicilio, el nombrado comenzó a tocar el cuerpo de la víctima, la besó y la obligó a tocar su pene, para que esta se diera cuenta de que tenía su miembro erecto.
Tras ello, Alperovich la tomó de la cabeza y la obligó a ingresar a la habitación. Una vez allí, el nombrado forzó a M.F.L. para que le hiciera sexo oral, y luego la arrojó a la cama, le esparció aceite de bebé en su cuerpo y le introdujo su pene en la vagina, para luego obligarla a que se tocara, diciéndole que esta vez “ella era la violinista”.
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