Historia vs negocios inmobiliarios: se volvió a incendiar una iglesia de las más antiguas de la ciudad de Buenos Aires

Miércoles 24 de Abril de 2024, 07:30

TESORO AMENAZADO. La iglesia de Santa Catalina, en el casco histórico de Buenos Aires, sufrió un nuevo incendio y se sospecha que lo que se busca es que sea demolida para aprovechar el predio, de altísimo valor inmobiliario.



“El incendio fue a las dos y pico de la madrugada. Un vecino llamó a los bomberos, después llamaron a la cuidadora que vive en zona sur y al párroco que bajó a abrir. Se quemó el primer altar del ala derecha. Se quemó una imagen del Sagrado Corazón y una de Santa Catalina, que no es Santa Catalina de Siena, sino otra Santa Catalina. Ayer la iglesia estuvo cerrada hasta que se acomodó todo un poco”, cuenta Pedro, un vecino, sobre el incendio de la Iglesia de Santa Catalina de Siena durante las primeras horas del martes en el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires.

El fuego se habría originado por un cortocircuito. No hubo que lamentar víctimas, pero sí se registraron importantes daños materiales.

En la manzana delimitada por la avenida Córdoba y las calles San Martín, Viamonte y Reconquista –en el límite de los barrios de San Nicolás y Retiro– permanece este predio conformado por la iglesia y un monasterio. Lo denominan un “oasis en el medio del caos del microcentro porteño”. Fue inaugurado en diciembre de 1745 y declarado Monumento Histórico Nacional en 1942.

El reciente incendio puso en alerta a los vecinos, a los defensores del patrimonio urbano y a la comunidad eclesiástica del barrio. Los Bomberos de la Ciudad y de la Brigada Especial Federal de Rescate (Befer) fueron los encargados de localizar el foco del incendio, extinguirlo y ventilar la iglesia durante la madrugada del martes.

“El padre contaba que quedó intacta la imagen de Santa Inés. Justamente ella es una mártir que quisieron matar quemándola en una hoguera y salió indemne, no se quemó, entonces la decapitaron. Así que estaban todos un poco impresionados porque estaba todo quemado, menos la imagen de Santa Inés”, detalla Pedro.

Muchos aprovecharon las redes para visibilizar las imágenes del después del incendio, en donde puede verse, entre otras cosas, un retablo consumido por las llamas y materiales destruidos en el suelo.

“Por suerte fue solo un altar lateral del fondo. El que estaba el Sagrado Corazón de Jesús. Fue un cortocircuito”, posteó un usuario de la red social X.

Otros tantos no dudaron en deslizar otra teoría asociada a conflictos inmobiliarios que vienen sucediéndose desde hace años en la manzana de Santa Catalina de Siena: “Hasta que no la conviertan en ruinas no van a parar. La ambición inmobiliaria en acción”; “Parece que sólo fue un altar lateral, gracias a Dios. Igual habría que investigar el origen del incendio. ’Se’ incendió, muchas veces oculta que "se" tiene nombre y afiliación”.

Este incendio ocurre en medio de un contexto complejo, ya que desde hace meses hay una creciente tensión con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días por la proyección de un templo mormón en el predio lindante.

Hasta el año pasado, había sobre Córdoba y Reconquista un estacionamiento que fue desmantelado. El enfrentamiento entre las dos partes tiene un ingrediente arqueológico: en esa zona se ubicarían, bajo tierra, restos de dos cementerios. En uno de ellos recibían entierro las monjas de la congregación; en el otro, los esclavos y esclavas que trabajaban al servicio de la iglesia.

Pedro, que vive sobre una de las calles donde queda el predio, profundiza en este conflicto entre vecinos y defensores del patrimonio urbano con la lglesia mormona: dice que la operación por la compra del predio lindante a Santa Catalina se realizó en diciembre del año pasado por 30 millones de dólares.

“Estamos muy preocupados porque no utilizaron ningún método de buena fe para informar que pretendían hacer ahí algo que está completamente prohibido, que es un templo. No usaron ni siquiera el diálogo interreligioso, ni los vehículos naturales de la ciudad por intermedio de la comuna antes de comprar eso”, explica el vecino.

Y agrega: “Los vecinos estamos en pie de guerra, porque lógicamente esta es una iglesia a la que todo el mundo le tiene cariño y es un monumento histórico, tanto la iglesia como el monasterio. Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, si no es el más antiguo, y a todos los que nos gusta el patrimonio histórico nos afecta. No puede haber un templo pegado a otro”.

El vecino dice que continúa la reticencia de muchos ante este proyecto. “Estos terrenos tienen un carácter dinámico, es decir, vos te sentás con el gobierno y decidís qué es lo que te va a autorizar a hacer, pero es toda una negociación y hay muchas arbitrariedades, con lo que eso significa. Ellos están empecinados en su idea y se van a encontrar con, espero, una vecindad muy activa, y con un gobierno que haga cumplir la ley”, señala.

Hay un largo historial de conflictos en torno a la compraventa en esta cuadra que integra el Área de Protección Histórica denominada Catedral Norte. Toda la manzana perteneció al convento de Santa Catalina y recién en los años ’60 comenzó la venta de parcelas. La primera polémica se remonta a 1976, cuando se barajó la posibilidad de levantar un gran hotel para fortalecer la infraestructura de cara al Mundial ’78.

Años después, en 2011, el gobierno de la Ciudad habilitó la construcción de un edificio de 60 metros con cocheras, pero la Justicia anuló la resolución. Hace dos años se probó suerte con otro edificio que ofrecía una plaza pública del lado de la calle Viamonte como compensación, pero la Legislatura no lo aprobó.

La organización Basta de Demoler envió un proyecto a la Legislatura para que la Ciudad expropie el terreno, para destinarlo a la construcción de una plaza. Ahora, los vecinos persisten en su posición contra los mormones, mientras se avanza en la proyección del templo que podría coexistir con el de Santa Catalina. /Clarín