La misteriosa desaparición de Camila Giorgi, la tenista italiana que es hija de un ex combatiente de Malvinas

Viernes 10 de Mayo de 2024, 12:40

Tiene 32 años, fue 26ta del ranking WTA, no juega desde marzo y la dieron por retirada.



Desde su irrupción en el circuito la italiana Camila Giorgi fue un imán para los medios. Más allá de su talento como tenista que la llevó a ser top 30 y ganadora de cuatro títulos (el más importante, el WTA 1000 de Montreal), su belleza y la historia de Sergio, su padre-entrenador (un platense que estuvo en la guerra de Malvinas, a quien se le murió su hija mayor y que produjo más de una polémica por su comportamiento en más de un torneo) siempre llamaron la atención. Pero hoy la figura de Giorgi está envuelta en un misterio absoluto.

De 32 años y ubicada en el puesto 116 en el ranking mundial, nadie sabe dónde está. Aparentemente se retiró. Pero lo hizo sin comunicado alguno, de repente. Tras jugar por última vez en marzo en Miami y perder contra Iga Swiatek por 6-1 y 6-1, el martes ya no apareció como tenista activa en la web de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis por lo que automáticamente quedó eliminada de todos los protocolos antidoping.

Tampoco hay publicaciones en sus redes sociales, donde siempre fue muy activa para mostrar, por ejemplo, varios aspectos de su vida privada como el desarrollo de su propia línea de ropa, y donde su última foto vestida de tenista data de enero del año pasado.

“Asombrada, la WTA la buscó para pedirle un comentario y encontró sus teléfonos desconectados (el propio, el de su padre y los de sus hermanos Leandro y Amadeus). Entonces la entidad que nuclea a las tenistas profesionales dio un mensaje vacío: ‘Camila no revelará nada sobre ella hasta Roland Garros, tal vez’, dijo. Hay rumores de que se habría trasladado de una manera apresurada al extranjero por problemas en Italia”, publicó el diario Corriere della Sera. Más leña al fuego.

¿Más morbo para la historia? Sigue el medio italiano: “Lo que sí es cierto es la reciente acusación de una fiscalía de Vicenza por la emisión de certificados falsos de vacunación contra el coronavirus”. Giorgi apareció en una lista de pacientes de un médico que les proporcionaba documentos falsos y les permitía viajar a países que exigían las vacunas sin estar vacunados, según Giornale di Vicenza, un diario de esa ciudad.

Dueña de una explosiva manera de ser en público pero capaz de pasar horas encerrada en su cuarto de hotel sumida en el silencio y la tristeza, Giorgi hizo la última pretemporada en Buenos Aires bajo las órdenes de su padre. Quienes la trataron aseguran que en ese momento ya estaba cansada del tenis.


Viajó a la gira australiana con un entrenador argentino y no le fue bien a ninguno de los dos: ella ganó un partido en tres torneos; a él lo mandaron de regreso sin pagarle. Más misterio sobre el misterio.

La historia de Camila, Sergio y las Malvinas


“Tuve mucha suerte de volver entero. Vi morir compañeros. Al menos cuatro veces estuve muy cerca de... tuve mucha suerte”, le dijo Sergio a Clarín cuando su hija irrumpió en el circuito y se le preguntaba sobre sus recuerdos de la guerra de Malvinas, de la que ya pasaron 42 años.

En 1987, Sergio se fue a vivir a Italia por una beca. En el 91, nació Camila, quien practicaba gimnasia artística y recién a los 7 años agarró una raqueta por primera vez. Desde ese entonces, la tenista no ha paró de progresar y de captar la atención de los caza talentos.

Además, su belleza la inclinó a seguir un camino todavía más auspicioso fuera de las canchas, con sponsor y marcas buscando su imagen.

Pese a que el castellano no es su idioma nativo, Giorgi lo habla perfectamente . "No voy a cambiarlo ni siendo top ten", revelaba siempre. En las canchas suele vérsela con su cabello rubio celosamente atado y sus aros brillantes.

La carrera de la joven nacida en Macerata, un pequeño poblado ubicado de la región italiana de Las Marcas, sobre las costas del Mar Adriático, siempre estuvo marcada por el estilo de conducción de Sergio, su papá, con un estilo que se destacó siempre por ir en contra de lo establecido en el ambiente del tenis y, sobre todo, de sus representantes.


Esa filosofía, se dice, demoró su paso de promesa a realidad. /Clarín