Viernes 08 de Noviembre de 2024, 12:47
Vio una oportunidad para Internet y la aprovechó.
En pleno auge del Internet, cuando la novedad tecnológica iba camino a expandirse a casi todos los hogares del mundo, un neoyorquino decidió hacer una arriesgada apuesta: en 1994 invirtió una suma de 20 dólares para registrar el dominio pizza.com. Sin embargo, aquella iniciativa no prosperó y no pudo realizar colaboraciones con ninguna empresa interesada.
Las marcas conocidas del sector de comidas rápidas hicieron caso omiso al sitio web y Chris Clark se quedó con la dirección durante varios años. De todas formas, no fue hasta 14 años después cuando el norteamericano descubrió que vodka.com se había vendido por una suma cercana a los 3 millones de dólares. Por ello, infirió que su éxito solo sería cuestión de tiempo.
Con el objetivo de apuntalar su adquisición, el estadounidense puso a la venta el nombre único a través de la plataforma Sedo, especializada en las transacciones de los dominios. La búsqueda de intermediarios, en un inicio, no fue del todo fructífera ya que las ofertas no convencían del todo al empresario.
Clark vio una oportunidad a mediados de la década del 90.
La inversión que hizo millonario a Chris Clark: las sorpresivas ofertas y el trato que se cerró en apenas un díaAún así, la coyuntura se modificó cuando la propia empresa pasó a tener un rol activo para atraer a potenciales compradores, pero la percepción del hombre de negocios no transcurría por el mismo carril. Por ello, el protagonista de la historia decidió tomarse unas vacaciones para poner en pausa su cabeza.
Curiosamente, en marzo del 2008, las propuestas se incrementaron de una manera inconmensurable: en tan solo un día, hubo ofrecimientos por la dirección que rondaban entre el medio millón de dólares y los dos millones.
Finalmente, tras una puja intensa, una firma alcanzó la cifra definitiva de 2,6 millones de dólares.Así, Clark vio asegurada su estabilidad financiera de cara al futuro y, además, pasó a ser considerado como uno de los grandes emprendedores online, incluso en tiempos en los que las computadoras todavía generaban cierta desconfianza. Según el periódico The New York Post, las ganancias obtenidas le habrían permitido al norteamericano comprar 1,3 millones de porciones de pizza.
De ser un emprendedor top a trabajar en una ONGEl inversor celebró la extraordinaria noticia junto a su familia y, por supuesto, se acercó a una pizzería para agasajar a su círculo íntimo con su comida favorita. Por aquel entonces, el estadounidense tenía 43 años. “Cuando vi la oferta final, la verdad es que iba más allá de cualquier expectativa que yo pudiera llegar a tener”, sostuvo en una charla con un diario de Baltimore.
Lejos de los flashes, Chris pasó al ostracismo y se volvió difícil contactarlo. De hecho, solo la BBC británica tuvo la oportunidad de charlar con él una vez que su vida cambió para siempre: en base a lo que indica su perfil oficial de LinkedIn, el millonario se desempeña como vicepresidente de tecnología de Score, una ONG que apunta a hacer crecer pequeñas empresas.
La entidad también está dedicada a las tutorías para empresarios y posee más de 10.000 mentores voluntarios en hasta 300 organizaciones afiliadas. Por otra parte, trabaja con 62 industrias y proporciona diversos talleres y eventos.
Si bien prefirió no hablar con la prensa, el neoyorquino sostuvo que se arrepiente de no haber adquirido más dominios en la década de los 90. Actualmente, el sitio que supo ostentar cuenta con un diseño más bien antiguo, recomienda recetas y restaurantes locales, pero no refleja el imponente valor que costó alguna vez. /
TN
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