Lunes 18 de Noviembre de 2024, 12:30
David Romero declaró ante la Justicia en la causa que investiga la desaparición de la joven diseñadora, a la que buscan desde julio de 2011.
La situación del camionero Héctor Romero, la última persona que vio a María Cash antes de su desaparición el 8 de julio de 2011, se complicó en las últimas horas a raíz de la declaración de un inesperado testigo: su propio hermano.
“Si se mandó una macana, que se haga cargo”, expresó David Romero ante la jueza federal Mariela Giménez, titular del Juzgado Federal 2 de Salta. El hermano del camionero fue citado a declarar en el marco de una serie de testimoniales ordenadas por el fiscal general Eduardo Villalba, para intentar reconstruir qué fue lo que pasó con la joven diseñadora que se encuentra desaparecida desde hace 13 años.
Según medios locales, la citación de David Romero surgió a partir de las contradicciones de su hermano, que dio tres versiones distintas del encuentro que tuvo con María Cash antes de que a la joven se le perdiera el rastro. En una de ellas dijo que la había llevado en su camión.
La frase usada por el testigo no pasó desapercibida en el Juzgado. Para los investigadores, marcaría el fin de un presunto pacto de silencio que existía alrededor de lo ocurrido con la joven.
La foto creada con Inteligencia Artificial de María Cash. El camionero, en la miraHéctor Romero declaró que se cruzó con María Cash cuando la joven hacía dedo en la ruta 9/34 y dijo que la llevó desde la rotonda de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa.
Sin embargo, los testimonios del dueño de una gomería cercana al santuario de la Difunta Correa y de su padre pusieron en duda la versión del camionero al asegurar que “carece de fundamentos”.
Ahora, según El Tribuno, el hermano del transportista complicó más su situación al reconocer que Héctor fue la útima persona que vio con vida a María Cash y, visiblemente abrumado durante la declaración, sentenció: “Si se mandó una macana, que se haga cargo”.
La desaparición de María CashEl 4 de julio de 2011, María Cash tomó un micro en la terminal porteña de Retiro con destino a San Salvador de Jujuy. Un amigo le había propuesto instalarse en esa provincia y montar un taller para confeccionar la ropa que ella diseñaba y después venderla. Pero la joven nunca llegó.
Más tarde se supo que durante la madrugada del viernes 8, María estuvo en la guardia del Hospital San Bernardo, pidió que la atendieran, pero se fue antes de que le llegara el turno. Hizo algunos llamados y a media mañana, apenas unas horas antes de convertirse en un misterio, le escribió un mail a su familia pidiéndoles el contacto de la hermana de una amiga suya que vivía en Salta. Y tampoco esperó la respuesta.
Pasado el mediodía, una cámara de seguridad registró su paso y la última imagen que se tuvo de ella. En ese video se la ve a María caminando con su mochila roja al hombro y aparentemente “desorientada”por la ruta, a unos 6 kilómetros de la provincia de Salta.
De un momento para el otro, todo quedó en silencio. No hubo más filmaciones, ni llamados, ni mails. María desapareció. /
TN
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