Día del Vino Argentino: Tucumán, con sus bodegas de altura, se inserta en un mercado cada vez más exigente y selectivo

Sábado 23 de Noviembre de 2024, 08:07

TODO UN DESAFIO. La creciente demanda de calidad sobre cantidad representa una prueba para las bodegas que producen vino en los valles calchaquíes tucumanos.



La cultura del vino en Argentina ha evolucionado significativamente en los últimos años, reflejando un cambio en los hábitos y preferencias de los consumidores. Actualmente, actividades como visitar wine bars, degustar diferentes varietales y recorrer bodegas se han vuelto comunes entre los argentinos. 

Este interés creciente por el vino ha llevado a la industria a adaptarse a un público más informado y exigente, priorizando la calidad sobre la cantidad, así como la sostenibilidad y la producción de vinos con menor graduación alcohólica. 

Este domingo se celebra el Día del Vino Argentino, un reconocimiento a esta bebida que ha sido declarada como un alimento nacional. En este contexto, dos especialistas analizan la situación actual y futura del vino en el país, así como los cambios que se están produciendo en el sector y entre los consumidores. 

Silvia Gramajo, presidenta de la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán, subrayó la importancia de que el vino haya sido reconocido como parte de la cultura nacional, al tiempo que resaltó que el público joven está cada vez más interesado en consumir productos de calidad, lo que representa un desafío para la industria. 

Gramajo destacó las particularidades de los vinos provenientes de los Valles Calchaquíes, donde la altitud y la amplitud térmica contribuyen a la producción de vinos con alta concentración de azúcar y aromas intensos. 

La posibilidad de elegir el momento de la cosecha permite a los productores trabajar con diferentes niveles de maduración de la uva, lo que amplía las opciones para la creación de distintos tipos de vinos, desde secos hasta dulces. 

La producción no solo se limita a los Valles Calchaquíes, sino que también se ha expandido a otras localidades de la provincia, lo que refleja el crecimiento de la industria en la región. 

En cuanto a las preferencias de los consumidores en Tucumán, Gramajo mencionó que el vino tinto, especialmente el malbec, ha sido tradicionalmente popular. Sin embargo, se está intentando promover el torrontés, una uva autóctona que acompaña bien a la gastronomía local, como las empanadas y los tamales. 

Además, el vino cosecha tardía se está posicionando como una opción versátil para la coctelería. 

A pesar de la disminución en el consumo de vino en los últimos años, la industria enfrenta el reto de atraer a un público más joven que busca experiencias auténticas y productos únicos. Gramajo comentó sobre el auge del enoturismo, donde los consumidores no solo compran vino, sino que también desean aprender sobre el proceso de producción y las características de los viñedos. 

Este interés por el vino orgánico añade un valor significativo al producto en el mercado. 

Por su parte, la sommelier Romina Soria también destacó que los consumidores actuales son más exigentes y conocedores. 

Este aumento en el interés por la educación sobre vinos ha llevado a un crecimiento en la oferta de eventos, catas y talleres en la provincia. 

Soria observó que los productores de los Valles están invirtiendo en su formación, lo cual es un paso importante hacia la mejora de la calidad y la competitividad en el mercado nacional. 

En conclusión, el vino argentino se encuentra en una encrucijada, donde la adaptación a las nuevas tendencias de consumo y la formación de los productores son clave para el futuro del sector. 

La celebración del Día del Vino Argentino no solo es un festejo, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido y los desafíos que se presentan en el horizonte.