Las drogas pueden dañar los dientes de diversas maneras, afectando la salud bucal de quienes las consumen, muchas drogas, como el éxtasis y la marihuana, causan sequedad en la boca, lo que reduce la producción de saliva. La saliva es crucial para neutralizar ácidos y ayudar en la limpieza de los dientes. Su ausencia aumenta el riesgo de caries y enfermedades periodontales.
Las sustancias ácidas como la cocaína y la metanfetamina pueden desgastar el esmalte dental, la cocaína, al mezclarse con la saliva, forma una sustancia ácida que puede disolver el esmalte y provocar daños severos en los dientes.
Algunas drogas, como la heroína y el tetrahidrocannabinol (THC) presente en la marihuana, pueden aumentar el apetito, llevando a un mayor consumo de alimentos azucarados. Esto incrementa el riesgo de caries. El consumo de drogas como el éxtasis y la metanfetamina está asociado con el bruxismo, que es el hábito de apretar o rechinar los dientes. Esto puede causar un desgaste significativo en los dientes y dolor en la mandíbula.
Desde hace más de un año, Camilo compartió fotos y videos donde es evidente el problema bucal que presenta, pues el uso prolongado de drogas puede llevar a enfermedades de las encías, como la periodontitis, que destruye los tejidos que sostienen los dientes. Esto es común entre consumidores de marihuana y cocaína.
El contacto directo con algunas drogas puede causar úlceras en la boca y daños en las encías, por ejemplo, los usuarios de cocaína a menudo frotan la droga contra sus encías, lo que puede resultar en lesiones bucales; las drogas pueden comprometer el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infecciones bucales, como hongos y virus.
El bruxismo (un trastorno caracterizado por el apretamiento o rechinamiento involuntario de los dientes) y otros hábitos asociados al consumo de drogas pueden llevar a fracturas o pérdida de piezas dentales; con el tiempo, el daño dental causado por las drogas puede resultar en dientes ennegrecidos, descoloridos o incluso perdidos, afectando no solo la salud bucal sino también la estética facial, claro ejemplo de lo que ocurre con Camilo Blanes.
/La Nacion