Miércoles 04 de Diciembre de 2024, 06:01

LA BANDERA DE LA POLEMICA. Apuntados por la barra de San Martín, los aludidos Chukcy y Petiso David niegan las acusaciones y dicen que es´tan bajo amenaza.
El caso del ataque a Facundo Ale ha captado la atención no solo de las autoridades, sino también de la opinión pública, dada la complejidad del contexto en el que se desarrolla.
El fiscal Mariano Fernández se encuentra en la tarea de identificar a los responsables del tiroteo que tuvo lugar en la esquina de General Paz y Amador Lucero, donde el hijo de Ángel “El Mono” Ale fue víctima de tres disparos.
Los primeros indicios apuntan a que este ataque está relacionado con una intensa lucha por el control de la barra brava del Club San Martín, un elemento que añade una capa de tensión al caso.
El sábado, tras el ataque, los simpatizantes de San Martín hicieron evidente su postura al colocar una bandera en la tribuna que da a la calle Rondeau. En ella, se acusaba a Javier “Chuky” Casanova y a Walter “Petiso David” Lobo de estar involucrados en actividades de tráfico y comercialización de drogas.
Esta acción, según los investigadores, busca complicar a aquellos que podrían estar interesados en el control de la barra, intensificando así la problemática de la violencia en el fútbol argentino.
Walter “Petiso David” Lobo fue el primero en salir al paso de las acusaciones. En una entrevista, Lobo expresó su rechazo a las imputaciones que lo vinculan con el tráfico de drogas, afirmando que no tiene nada que ver con ese entorno.
"Me pueden investigar todo lo que quieran para ver que no tengo nada que ver", afirmó, intentando despejar su nombre en medio de un escenario complicado.
Por su parte, Javier “Chuky” Casanova también se pronunció sobre su situación. A través de su abogado, Patricio Char, presentó un escrito en el que solicitaba colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.
En el documento se sostiene que Casanova no tiene relación con el ataque y que ha tenido que mudar su residencia debido a amenazas de muerte dirigidas a él y a su familia.
Char mencionó que se encuentra dispuesto a proporcionar la nueva dirección únicamente a la fiscalía, enfatizando la necesidad de mantener la información en reserva por cuestiones de seguridad.
La respuesta del jefe de Policía, Joaquín Girvau, fue clara. Desmintió las afirmaciones de Casanova sobre la persecución policial, asegurando que la fuerza no persigue a nadie sin una orden judicial. Sin embargo, enfatizó que, en caso de recibir tal orden, actuarían conforme a la ley para cumplirla.
En medio de este entramado de acusaciones y desmentidos, el fiscal Fernández aguarda la presentación de Facundo Ale para ratificar la denuncia. Hasta el momento, el joven no ha formalizado una denuncia policial, habiendo optado por una presentación judicial a través de sus abogados, Ricardo Fanlo y Agustín Monteros.
Se estima que en las próximas horas se formalizará la denuncia, lo que podría dar un nuevo giro a la investigación. En caso de que se logre identificar a los autores del ataque, estos enfrentarían cargos por lesiones leves, aunque la situación en torno a la barra brava y sus dinámicas de poder continúa siendo un tema de atención y preocupación en la comunidad.
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