Martes 31 de Diciembre de 2024, 06:28
Elegir el tipo de combustible adecuado para el vehículo es una de las decisiones más importantes al momento de cargar el tanque.
Más allá de los precios visibles en las estaciones de servicio, los beneficios de optar por combustibles de mayor calidad, ya sea nafta o diésel, pueden extender la vida útil del motor y mejorar el rendimiento del vehículo.
Según un playero español de Repsol con amplia experiencia, alternar entre combustibles regulares y premium puede ser la clave para cuidar el motor y optimizar su desempeño.
“El combustible premium no es solo para autos de alta gama. Cargarlo cada cierto tiempo, aunque uses principalmente nafta súper o diésel común, ayuda a limpiar los conductos y mejora la eficiencia del motor,” explicó.
Y agregó: “Yo recomiendo a los clientes que por cada tres tanques de combustible regular, llenen uno con premium. Esto no solo mantiene el sistema de inyección en buen estado, sino que también reduce las emisiones contaminantes y prolonga la vida útil del vehículo”.
¿Cuál es la diferencia entre los combustibles?
En las estaciones de servicio, tanto la nafta como el diésel están disponibles en versiones estándar y premium.
La principal diferencia entre ambas radica en los aditivos.
Estos elementos, añadidos a los combustibles de mayor calidad, actúan como estabilizantes, anticorrosivos, lubricantes y agentes limpiadores.
Por ejemplo, la nafta premium contiene aditivos que mejoran la combustión y reducen los residuos dentro del motor, mientras que el diésel premium incluye un índice más alto de cetano, lo que favorece una combustión más limpia y eficiente.
Beneficios del combustible premium
El playero consultado destaca cuatro ventajas clave de los combustibles premium:
Mayor eficiencia energética: los combustibles premium permiten aprovechar mejor cada litro, lo que se traduce en un menor consumo a largo plazo.
Cuidado del motor: gracias a sus propiedades limpiadoras, ayudan a mantener las partes internas del motor libres de residuos y sedimentos.
Limpieza de conductos: estos carburantes eliminan impurezas que pueden acumularse en el sistema de inyección.
Reducción de emisiones: al mejorar la combustión, disminuyen las emisiones contaminantes y contribuyen a un mejor desempeño ambiental.
¿Qué pasa si no se usa el combustible correcto?
Cargar el combustible equivocado puede causar daños graves al motor. Si se llena un tanque de nafta en un vehículo diésel, o viceversa, es fundamental detenerse de inmediato y no arrancar el motor, ya que esto puede provocar averías costosas.
Además, siempre es recomendable revisar el manual del vehículo para asegurarse de que sea compatible. /TN