Miércoles 09 de Abril de 2025, 06:15

EN CRISIS. La producción limonera tucumana arrastra una crisis que se hace sentir con campos abandonados y una caída en el volumen de la producción.
La producción limonera en Tucumán atraviesa su peor momento en años. Según el último informe técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), la campaña 2024/2025 podría cerrar con una caída del 10% en la producción respecto al ciclo anterior, lo que representa una pérdida estimada de medio millón de toneladas en los últimos tres años.La situación es crítica: 9.330 hectáreas presentan algún grado de abandono, y se sumaron 2.000 más solo en el último año, que se agregan a las 6.000 ya erradicadas previamente. Las causas se multiplican: bajos precios internacionales, falta de recursos, crisis en los mercados de derivados y condiciones meteorológicas desfavorables.
Para esta temporada, se prevé una producción aproximada de:
- 1.229.000 toneladas en Tucumán
- 230.000 toneladas en Salta y Jujuy
Lo que da un total regional (NOA) de 1.459.000 toneladas, un 10% menos que la campaña 2023/2024.
Tucumán sigue siendo el principal productor y exportador de limón del mundo, con cerca del 80% de la superficie productiva del país, pero el deterioro económico y el envejecimiento de las plantaciones están generando un quiebre sin precedentes en la matriz productiva.
Un relevamiento realizado por la sección Sensores Remotos de la Eeaoc revela que actualmente Tucumán cuenta con 40.100 hectáreas netas de limoneros, de las cuales:
- 32,4% tienen más de 20 años de antigüedad
- 67,6% tienen entre 2 y 19 años
En los lotes más afectados por la crisis, el 53,6% de las plantas superan los 20 años, lo que reduce considerablemente el rendimiento. Además, la falta de insumos, fertilización y labores de manejo durante al menos cuatro años consecutivos derivó en cuadros de estrés productivo que impactarán negativamente tanto en cantidad como en calidad de la fruta.
Los departamentos de Tafí Viejo, Yerba Buena y Lules son los más afectados por la falta de renovación: parte de sus tierras pasaron a uso urbano, lo que reduce aún más la superficie destinada al limón.
En cuanto al modelo de plantación, los datos revelan que en Tucumán:
- 44% de las hectáreas corresponden a plantaciones convencionales (200 a 340 plantas por hectárea)
- 27% a compactas (451 a 730 pl/ha)
- 28% a semi compactas (341 a 450 pl/ha)
En Salta y Jujuy, las proporciones varían: solo el 23% tiene plantaciones compactas, mientras que las semi compactas ocupan el 40% del área.
La caída de la rentabilidad, combinada con la falta de inversión, está provocando un proceso de desinversión y abandono que pone en riesgo miles de puestos de trabajo en toda la cadena agroindustrial del limón, que incluye productores, empacadores, industriales, transportistas y exportadores.
A esto se suma el impacto climático, con temperaturas atípicas y escasa previsibilidad meteorológica, que afectan directamente la floración, el tamaño de los frutos y el calendario de cosecha.
La producción de limón, uno de los motores históricos de la economía tucumana, enfrenta una tormenta perfecta: mercados deprimidos, costos en alza, plantaciones envejecidas y escasa renovación tecnológica. Desde la Eeaoc advierten que, si no hay medidas urgentes, el sistema podría entrar en un ciclo de retracción irreversible.
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