Una persona que siempre tiene una sonrisa y está de buen humor puede tener múltiples interpretaciones desde la psicología, según del contexto emocional y la personalidad.
La Universidad de Pensilvania estudió estos casos y llegó a la conclusión de que se puede adoptar con el tiempo. Si logramos desarrollarla, podemos mejorar la salud mental, lo cual, también, fortalece relaciones y aumenta la resiliencia frente a los desafíos.
Sin embargo,
los expertos en psicología advierten en el peligro de caer en una “positividad tóxica”. Esta es una tendencia a negar o reprimir emociones negativas para mantener una imagen constante de alegría.
Por ende, los expertos en psicología aseguran que
se puede caer en una “positividad tóxica”, una tendencia a negar o reprimir emociones negativas para mantener una alegría constante. Por ende, es sano a veces estar de mal humor o triste, siempre que no se vuelva una constante.
En estos casos, el buen humor permanente puede ser una forma de evasión emocional o una estrategia inconsciente para evitar conflictos, lo que a largo plazo puede generar agotamiento o desconexión emocional.
Ante esto, la psicología destaca la importancia de que ese estado emocional sea auténtico, flexible y permita convivir también con momentos de tristeza, enojo o frustración. Sentirse bien todo el tiempo no es obligatorio, y reconocerlo también es parte de una salud emocional real. /
TN