Viernes 18 de Abril de 2025, 00:27

Tucumán recortó su gasto 21,8% en 2024 y tiene un súperavit de 7,2%
Tucumán en el
último trimestre de 2024 bajó su gasto fiscal en 21,8% anual, y se ubica
entre las cinco provincias con mejor resultado fiscal a nivel nacional,
con un superávit primario de 7,2%.
Los
gobernadores llevaron adelante su propio ajuste fiscal. Las provincias
revirtieron el año pasado el déficit financiero que habían registrado,
en conjunto, en 2023 y terminaron con un superávit total de 0,1% del
Producto Bruto Interno luego de haber ejecutado un marcado recorte en su
estructura de gastos. Hacia adelante, el FMI observó que las
jurisdicciones subnacionales deberían revisar su esquema tributario, en
especial, un impuesto distorsivo como Ingresos Brutos.
En
2024 las provincias y la Ciudad de Buenos Aires lograron revertir el
déficit financiero registrado el año anterior y cerrar el ejercicio con
un superávit consolidado de 0,1% del PBI. El resultado se explicó por
una contracción del gasto público mayor a la caída de los ingresos, en
un contexto de fuerte ajuste fiscal. Así lo señalaron dos informes
elaborados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) y la
consultora Politikón Chaco.
Según el Iaraf, el resultado
primario de las 22 jurisdicciones relevadas fue superavitario en $2,3
billones. El resultado financiero, por su parte, alcanzó un superávit de
$767.000 millones, frente a un déficit de $611.000 millones en 2023. El
trabajo precisa que, excluidas La Pampa y Santiago del Estero por falta
de datos completos, el resultado primario pasó de 0,1% a 0,4% del PBI y
el financiero de -0,3% a 0,1% del PBI.
Por
su lado, Politikón Chaco coincide en el diagnóstico y detalla que,
medidos como porcentaje de los ingresos totales, el superávit primario
del consolidado fue del 2,6% (frente al 0,5% en 2023) y el financiero
del 0,9% (revirtiendo un rojo del -1,6 por ciento).
Este
resultado se alcanzó pese a una baja real anual del 12,7% en los
ingresos totales de las provincias. Los ingresos corrientes, que
representaron el 99,4% del total, cayeron 11,3 por ciento. La mayor
merma se registró en las transferencias corrientes del Estado nacional
(-65,7%), mientras los ingresos tributarios retrocedieron 7,9 por
ciento. Los tributos de origen nacional cayeron 8,4% y los provinciales
7,4%. En contraste, los ingresos no tributarios crecieron 4,7% por el
aporte de las regalías (+7,4 por ciento). Los ingresos de capital, que
representan menos del 1% del total, cayeron 77% real anual, afectados
por la baja de 87,3% en las transferencias de capital y de 91,3% en los
recursos propios de capital.
En ese contexto, el ajuste del gasto
fue más intenso para compensar esa merma de recaudación. El gasto total
consolidado se redujo 15,1% en términos reales. Según Politikón Chaco,
eso implicó un recorte de $15,4 billones a precios constantes de 2024.
El 43% del ajuste se concentró en el gasto en personal, el 21% en
transferencias y el 16% en inversión real directa.
El gasto
corriente, que explicó el 91% del total, se redujo 12,8 por ciento. En
particular, el gasto en personal bajó 15%, los intereses de deuda 30%,
las prestaciones de la seguridad social 11,6% y las transferencias
corrientes 10,8%. Por su parte, el gasto de capital cayó 32,6%, con
reducciones en inversión real directa (-31,7%), transferencias de
capital (-42,8%) e inversión financiera (-25,8 por ciento).
Neuquén
fue la única provincia con una mejora real de los ingresos (+6,4%),
gracias a la suba de la recaudación y las regalías por la actividad
hidrocarburífera en Vaca Muerta. La Rioja y San Luis registraron las
mayores caídas, superiores al 20 por ciento.
En
cuanto al gasto, todas las provincias lo redujeron, pero con distintas
intensidades. San Luis aplicó el mayor ajuste (-40,9%), seguida por La
Rioja (-28%), San Juan (-26,1%), Tucumán y Mendoza (ambas con -21,8 por
ciento). En el otro extremo, Neuquén (-1,5%), Chubut (-5,4%) y CABA
(-6,8%) presentaron los menores recortes.En materia
de resultados fiscales, 19 jurisdicciones registraron superávit primario
y tres tuvieron déficits. Entre los que tuvieron el balance más
superavitario estuvieron Jujuy (15,2%), San Luis (13,7%) y San Juan
(13,7%) lideraron ese indicador en proporción a sus ingresos. En el otro
extremo, Catamarca (-2,1%), Buenos Aires (-2,9%) y Chaco (-5,2%)
cerraron el año con déficit primario. También fueron seis las provincias
con déficit financiero, encabezadas por Chaco (-7,6%) y Buenos Aires
(-5,8 por ciento).
Por volumen económico, las cinco
provincias con mayor gasto –Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, CABA y
Mendoza– concentraron el 62% de la pérdida total de ingresos y el 56%
del ajuste del gasto, lo que marcó su peso en los resultados agregados
del consolidado subnacional.
El
Gobierno nacional propició una discusión durante todo el año pasado
sobre el peso de Ingresos Brutos en las provincias y de las tasas
municipales en las intendencias, ante el reclamo de baja de impuestos
empujado desde el sector privado. El FMI, en la letra chica del acuerdo
anunciado la semana pasada, metió la cuchara en ese debate y dio su
diagnóstico sobre el esquema tributario de los tres niveles del Estado y
repartió cuestionamientos hacia todos lados.
El Fondo consideró
que “el sistema tributario argentino sigue siendo excesivamente complejo
y distorsivo, con una carga general que obstaculiza el crecimiento y la
competitividad”. “Desde una perspectiva de equidad, la alta dependencia
de los impuestos indirectos, que representan más de la mitad de todos
los impuestos, reduce la progresividad”, dijo, y también mencionó a los
regímenes especiales entre lo que mencionó al industrial fueguino.
“La
dependencia de los impuestos distorsivos es especialmente alta, y los
impuestos a las exportaciones, los impuestos a las transacciones
financieras y el impuesto provincial en cascada sobre los ingresos
brutos (que no permite la deducción de los impuestos pagados en etapas
anteriores) representan alrededor de un tercio de todos los impuestos.
Estos últimos afectan negativamente la competitividad externa, la
profundización financiera y el costo total de hacer negocios”,
definieron los técnicos del Fondo.
En ese sentido, aseguró
que a nivel provincial “se deben eliminar gradualmente los impuestos
provinciales distorsivos y se debe dar mayor énfasis a la mejora de la
valoración de los activos inmobiliarios y de tierras (incluidos los de
los grandes productores agrícolas), entre otras cosas, mediante el
fortalecimiento de los registros de activos existentes. La tributación
de los recursos energéticos y mineros merece mayor estudio y
coordinación, especialmente considerando los incentivos ya existentes en
el marco del régimen RIGI”, concluyó.
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