Domingo 25 de Mayo de 2025, 21:41
Una nueva modalidad de estafa circula por correo electrónico, disfrazada de un supuesto mensaje legal urgente. El correo proviene de direcciones desconocidas y utiliza asuntos genéricos como “Hola” para atraer la atención del destinatario.
Su contenido apela a la emoción: un supuesto abogado informa sobre una herencia dejada por un esposo o familiar recientemente fallecido.
“Este es un segundo aviso sobre los fondos que dejó su difunto familiar”: así comienza el mensaje, que busca generar sorpresa y confusión. Aunque la historia puede parecer absurda, no siempre es ignorada. Personas mayores, usuarios con poca experiencia en internet o quienes atraviesan situaciones difíciles
pueden caer fácilmente en la trampa.
El engaño se enmarca dentro de las llamadas estafas emocionales, estrategias que manipulan los sentimientos del receptor para provocar respuestas impulsivas. Los mensajes son enviados de forma masiva, sin personalización, y con la esperanza de que alguien responda por curiosidad, miedo o simple desconcierto.
Cómo funciona la estafa
Uno de los casos detectados recientemente menciona al ficticio “Abogado Remy Graf”, quien solicita contacto inmediato para gestionar una herencia. Sin embargo, el correo no menciona nombres concretos ni ofrece datos verificables. El tono es siempre urgente, y la falta de detalles es una clara señal de alerta. El objetivo final es obtener datos personales o, en el peor de los casos, dinero.
Los estafadores se aprovechan del factor sorpresa. La idea de recibir una herencia inesperada por parte de alguien cercano —aunque no exista— puede generar una reacción emocional que nuble el juicio.
Señales que delatan una estafa de herencia
Para no caer en este tipo de fraudes, es importante identificar ciertos elementos comunes:
- Asuntos sospechosos: frases genéricas como “Hola”, “Mensaje importante” o “Aviso” son diseñadas para esquivar filtros de seguridad.
- Remitentes desconocidos: direcciones sin vínculo con instituciones confiables, o cuentas gratuitas como Gmail, Hotmail o Yahoo.
- Historias inverosímiles: mensajes que hablan de familiares fallecidos que no existen o situaciones que claramente no aplican.
- Errores gramaticales o de redacción: mal uso del idioma, frases incoherentes o traducciones automáticas son signos de un origen fraudulento.
- Solicitudes de contacto externo: piden continuar la conversación a través de otros correos, lo que permite evadir controles de seguridad.
- Promesas de dinero fácil: herencias, premios o fondos sin antecedentes claros son una señal evidente de estafa.
Qué hacer si recibes uno de estos correos
Si llega un mensaje de este tipo a tu bandeja de entrada, sigue estos pasos:
- No respondas ni proporciones información personal.
- No abras enlaces ni adjuntos, podrían contener malware o dirigir a sitios falsos.
- Verifica al remitente, y si no es confiable, ignora el mensaje.
- Analiza con lógica: si la historia no tiene sentido, no caigas en la trampa.
- Reporta el mensaje como spam o phishing para ayudar a detener su propagación.
- Informa a personas vulnerables: acompaña y educa a adultos mayores o personas con poca experiencia digital, quienes son blancos comunes de estos fraudes.
Aunque para muchos estos correos puedan parecer ridículos, en momentos de debilidad emocional pueden resultar convincentes. Es justamente ahí donde operan los estafadores, buscando fisuras en la lógica para iniciar el engaño.
La mejor defensa no está solo en los filtros del correo, sino en la capacidad crítica de cada usuario. Estar alerta, compartir esta información y desconfiar ante lo inesperado puede marcar la diferencia y evitar caer en trampas tan absurdas como efectivas.
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