Alarma en Soldado Maldonado por la aparición de basurales a cielo abierto en las afueras del pueblo

Martes 27 de Mayo de 2025, 07:36

TRISTE PANORAMA. Las inmediaciones de la comuna vecina de la ciudad de Monteros muestra la desidia de los habitantes de la zona.



La localidad de Soldado Maldonado, en el interior de Tucumán, enfrenta una creciente crisis ambiental que ya genera alarma entre vecinos y autoridades. A simple vista, recorrer la ruta y los caminos aledaños basta para confirmar lo que muchos denuncian hace tiempo: el pueblo se ha convertido en un gran basural a cielo abierto, donde el olor nauseabundo de los desechos se percibe incluso antes de verlos.

El panorama no es nuevo, pero sí cada vez más preocupante. Vecinos del lugar vienen impulsando reclamos sostenidos a las autoridades comunales para que se controle la proliferación de microbasurales. Aseguran que no solo falta fiscalización, sino también campañas reales de concientización sobre los efectos nocivos de esta práctica, que ya tiene consecuencias visibles en la salud ambiental del pueblo y de sus habitantes.

Existe un vacío —o al menos una inacción— en cuanto a la aplicación de normas y sanciones. En este sentido, la provincia cuenta con la Ley Nº 7.076, conocida como Ley de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, que prohíbe explícitamente arrojar basura en la vía pública o en sitios no habilitados para tal fin. Pero su implementación, al menos en zonas como Soldado Maldonado, brilla por su ausencia.

A contramano, otros municipios tucumanos han comenzado a tomar medidas concretas. Es el caso de Banda del Río Salí, donde desde 2024 se aplica una ordenanza que prohíbe estrictamente tirar basura en la vía pública o terrenos baldíos. Para garantizar el cumplimiento de la normativa, se implementó un sistema de vigías ciudadanos, responsables de fiscalizar y aplicar severas multas a quienes infringen la norma.

En Aguilares, el municipio también activó una campaña de señalización con cartelería en puntos clave de la ciudad, respaldada por la ordenanza 38/10. Monteros, por su parte, mantiene vigente desde hace años la normativa N° 741/02, que regula el tratamiento de residuos y que podría extenderse a sus comunas para abarcar zonas rurales y de difícil acceso.

En ese contexto, Soldado Maldonado aparece como un punto ciego en el mapa ambiental de Tucumán. Si bien parte del problema se origina en terrenos fiscales, lo cierto es que la inacción local permite que los focos de infección se multipliquen y se extiendan a lo largo de las rutas, afectando no solo la imagen del pueblo, sino también sus condiciones sanitarias.

Desde el Ministerio del Interior advierten que la solución no puede quedar en manos de un solo nivel de gobierno. “Las comunas tienen potestad para sancionar y reglamentar, pero si no hay una articulación real entre municipios, comunas y la Provincia, los basurales seguirán creciendo”, advirtieron voceros de la cartera.

Por ahora, la situación en Soldado Maldonado es un llamado de atención. Un recordatorio de que la falta de políticas ambientales activas —y de voluntad para hacer cumplir las normas— puede convertir a cualquier comunidad en un basural. Porque no basta con limpiar: hay que educar, controlar y sancionar. De lo contrario, como ya ocurre allí, la basura seguirá marcando el pulso de la vida cotidiana.