Viernes 06 de Junio de 2025, 12:40

El exfutbolista argentino apuesta por la formación personal antes que los privilegios, una filosofía que guía la educación de sus hijos
El 29 de junio de 1998 no fue un día más en la vida de Gabriel Batistuta, ídolo del fútbol argentino. Mientras la Selección nacional se preparaba para enfrentar a Inglaterra en los octavos de final del Mundial de Francia, en su vida personal ocurría algo aún más significativo: nacía su tercer hijo, Joaquín Batistuta.
A diferencia de lo que muchos podrían imaginar para el hijo de un astro del fútbol, Joaquín Batistuta creció bajo una estricta filosofía de vida. Gabriel, junto a su esposa Irina Fernández, se esforzó en inculcar a sus hijos valores como la responsabilidad, el trabajo y la humildad, alejados del glamour que suele rodear a los hijos de celebridades.
En una entrevista realizada en 2019 con Radio Reconquista Hoy,
Batistuta sorprendió al contar que había enviado a Joaquín a trabajar en una fotocopiadora, no por una necesidad económica, sino como una lección de vida. “Que mis hijos trabajen es regalarles dignidad”, afirmó, dejando en claro que el valor del esfuerzo personal trasciende cualquier beneficio material.
Para el exdelantero, el trabajo no solo forma el carácter, sino que también evita que sus hijos crezcan creyendo que todo se les debe por su apellido.
Gabriel Batistuta y su hijo Joaquín: el legado más allá del fútbol
Hoy, Joaquín Batistuta tiene 26 años y sigue siendo un símbolo del vínculo inquebrantable entre Gabriel y su familia. Cada 29 de junio, el exfutbolista repite el ritual de recordar aquel histórico gol con Inglaterra en el Mundial de 1998, compartiendo en sus redes sociales mensajes cargados de ternura y orgullo. En 2023, por ejemplo, publicó: “Feliz cumpleaños Joaquín, ¡está grande el bebé al que le dediqué el gol a los ingleses en Francia!”.
Gabriel Batistuta junto a su hijo Joaquín.
Estos mensajes, más allá de su emotividad, reflejan la importancia que Batistuta le da a su rol de padre, una faceta que ha cuidado con la misma pasión que alguna vez mostró dentro de una cancha. Su compromiso con la educación emocional y personal de sus hijos es un aspecto que suele destacar en entrevistas y que los medios han sabido resaltar.
Además, Joaquín mantiene la pasión futbolera de su padre en las venas, teniendo en cuenta que la última foto que posteó en su cuenta de Instagram es con Lionel Messi, emblema y campeón del mundo con la Selección argentina en Qatar 2022. “Qué locura”, escribió en la publicación.
Joaquín Batistuta (derecha) trabajando en la fotocopiadora.
En tanto, Gabriel Batistuta ha reiterado en múltiples ocasiones su enfoque en la formación integral de sus hijos. “Sobre todo a ellos les hace bien trabajar”, dijo en otra de sus declaraciones, convencido de que las experiencias laborales, por más simples que parezcan, ayudan a construir personas íntegras.
En tiempos donde la fama y el acceso a ciertos privilegios pueden desviar el rumbo, la elección de Batistuta de mantener a su familia enraizada en valores como el respeto, el esfuerzo y la humildad cobra aún más relevancia. Su forma de educar ha sido consistente y coherente, aun cuando podría haber optado por un camino más cómodo o superficial para sus hijos.

Joaquín Batistuta, hijo del goleador de la Selección, posa con el capitán Lionel Messi.
Aunque el partido ante Inglaterra de 1998 terminó con una dramática definición por penales y la eliminación de Argentina, para Batistuta ese encuentro quedó marcado por algo mucho más personal. Aquel gol no solo fue una anotación más en su brillante carrera: fue una declaración de amor a su hijo recién nacido.
A 26 años de aquel momento, la historia de Joaquín Batistuta se convierte en un testimonio de cómo un ídolo del deporte supo equilibrar su legado futbolístico con su mayor victoria: formar una familia con principios sólidos y una visión clara de lo que realmente importa. /
TN
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