“Somos copadres”: Thomas y Maia son amigos, tuvieron un hijo y conviven sin ser pareja

Sábado 07 de Junio de 2025, 10:36

Thomas y Maia, de 27 y 21 años, son mejores amigos desde hace unos años. Los unió la pasión por las artes, la actuación y el teatro, pero hubo algo que los llevó a tener una conexión más profunda: el deseo de ser padres.

Con la comunicación como herramienta clave, ambos dejaron a un lado la idea de la familia tradicional y se animaron a un mundo nuevo, en el que no importan los títulos, sino el amor por el otro. “Noah llegó en el momento menos pensado y para nosotros fue perfecto”, dijeron los jóvenes en diálogo con TN.

Tiempo atrás, Thomas y Maia se conocieron en un taller de actuación y se hicieron inseparables. Juntos comenzaron a trabajar en una historia ficticia que estaba protagonizada por una pareja, Noah e Isa, y la convirtieron en una obra de teatro.

En paralelo, Thomas trabajaba mucho en rodajes de distintas producciones audiovisuales de plataformas de streaming. En uno de ellos, conoció a un director que le propuso trabajar en su propia película en España y él lo vio como la oportunidad de su vida. “En una semana, decidí regalar todas mis cosas e irme de Argentina. La actriz de esa película iba a ser Mai”, contó el joven.

Al poco tiempo, Maia decidió unirse al viaje con la motivación de tener la experiencia de vivir en ese país, pero también de llevar su carrera en la actuación a otro nivel. Sin embargo, nada salió como ambos esperaban.

“El director era un chanta y todo era una estafa. Él incluso engañó a muchas personas en Argentina”, aseguró Thomas. Después de ello, ambos decidieron abandonar Cádiz para instalarse en Madrid y comenzar desde cero.

Tras pasar ese mal momento, Noah llegó para cambiarlo todo.

“Copadres”, amigos, familia

Thomas se describe a sí mismo como una persona que cuestiona lo tradicional para permitirse indagar en otras formas de vincularse. “Creo que nosotros tenemos que elegir con libertad y no bajo un título. Muchas veces una etiqueta te sugestiona de ser de una manera u otra, pero cuando sos libre es mil veces mejor. Lo mismo pensé cuando decidí ser padre”, sostuvo.


Años atrás, se conocieron haciendo teatro y se hicieron inseparables.

Por su parte, Maia confesó que desde chica tenía la ilusión de formar una familia típica, pero todo eso se transformó con la llegada de su hijo, al que tuvieron de forma natural. “Noah llegó y rompió con todas esas ideas, porque me di cuenta que como se dio todo fue perfecto. Disfruto la copaternidad con Tom tal cual como es, porque nos acompañamos sin las peleas ni reproches que puede tener una pareja”.

En los últimos días, su historia se hizo viral luego de un video que compartió Thomas en su cuenta de Instagram, en donde además es creador de contenido y entrevistador.


La historia de Thomas, Maia y Noah se hizo viral en las redes sociales.

Tras las millones de visualizaciones, la polémica y el debate no tardaron en llegar. Sin embargo, ellos aseguraron que, con sus diferencias, sus familias los apoyaron en todo momento. “Para mi papá fue un shock porque cuando quedé embarazada yo tenía 20. En un principio fue jodido, pero nos dejaron en claro su mirada y después todo fue puro amor”, relató Maia.

En el caso de Thomas, la noticia fue recibida con mucha alegría, pero también con la nostalgia de un dolor que aún estaba presente. “Toda la vida quise ser padre. Con mi expareja perdimos un bebé y yo quedé muy mal durante mucho tiempo. Era como una espina difícil de sacar porque estaba muy ilusionado”, reveló el joven.

Pese a ello, en cuanto se enteró de la llegada de Noah, toda su familia lo apoyó. “Mi viejo era una fiesta. El tenía muchas ganas de que sea papá después de lo que me había pasado. Pero yo tuve mucho miedo durante el embarazo y estaba atento a todo lo que le pasaba a Mai, porque había quedado muy traumado con la experiencia anterior”, contó.

El día a día de la copaternidad

Thomas, Maia y Noah viven en una misma casa en Madrid, cada uno tiene su habitación y comparten una misma rutina: comen juntos, los padres se turnan los cuidados y la crianza del bebé, mientras ambos llevan sus respectivos trabajos.

“Tenemos nuestra vida muy individual cada uno. Y Noah aporta mucho a eso, porque es muy compañero y siempre se porta muy bien”, manifestó Thomas.


Si bien ahora ambos conviven con el bebé, Mia sostiene que con el correr del tiempo, él será el que elija con quién quiere vivir.

Hoy, la convivencia entre los tres es algo que los amigos decidieron por el bien de esta primera etapa en la vida de Noah. A pesar de ello, no descartan que en el futuro cambien esa dinámica.

“Cuando él sea más grande, le contaremos todo para que no sufra malentendidos”, dijo Thomas, mientras que Maia asegura que la charla sucederá cuando crean que es el momento justo. “Después Noah decidirá donde quiere vivir”, sumó la chica.

Actualmente, ambos están solteros y “sin apuros” como asumen entre risas. Sin embargo, creen que la idea de generar un vínculo romántico con otra persona e iniciar una relación puede llegar a ser uno de los desafíos que tendrán que enfrentar en el futuro.

“Los dos tenemos muy en claro que nuestro hijo no va a conocer a nadie que sea parte de algo pasajero. La comunicación va a estar por sobre todo", argumentó Maia.

Tras la repercusión que tuvo su historia en redes, Thomas y Maia se muestran orgullosos del tipo de familia que conformaron, ya que el amor y el deseo por ser padres fue lo que los motivó a ir en contra de todos los prejuicios.

Lejos de romantizar la copaternidad, los jóvenes remarcaron el compromiso que se debe tener a la hora de tomar este tipo de decisión: “Hoy en día, la palabra amistad está muy desvalorizada. Tenés que tener confianza en el otro porque tener un hijo no es tener un perro, es la responsabilidad más grande que vas a tener en tu vida. Automáticamente, dejás de ser amigos para ser familia”.

“No tienen que pensar en la etapa de cuando son recién nacidos, sino de lo que puede llegar a pasar en el futuro”, concluyeron.

Hoy, Thomas, Maia y Noah caminan de la mano por un camino que no estaba escrito en ningún manual, pero que construyen día a día con amor, diálogo y valentía. Su historia no busca ser ejemplo, aunque sí es la demostración de que hay muchas formas posibles de maternar y paternar.

Y que cuando hay respeto y deseo genuino, el amor puede encontrar su mejor versión, incluso en los vínculos menos esperados. /TN

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