Qué es el déficit de cuenta corriente y por qué ha sido el punto débil de la Argentina: un experto explica sus claves

Domingo 29 de Junio de 2025, 09:09




Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, es uno de los economistas que viene monitoreando de más cerca la evolución de las cuentas externas y uno de los primeros en advertir sobre un posible déficit. La salida de dólares, mayor al ingreso, prendió las alarmas.

-¿Por qué es importante para la Argentina que la salida de dólares sea mayor que el ingreso?

-Porque lo que se juega es la estabilidad o no del tipo de cambio. No alcanza todo lo que producimos para nuestro consumo. Ese faltante se puede resolver de tres maneras, no excluyentes, sin que afecte al precio del dólar: pedirle al mundo financiamiento (más deuda externa) o inversión extranjera directa; hacer que los privados desahorren dólares (los saquen del colchón); o abastecer la demanda usando reservas del Banco Central. Si alguno de estos factores no está, habrá impacto en el dólar y/o en la actividad económica.

-¿Es preocupante el dato que divulgó esta semana el Indec?

-Depende. Un déficit es alto o bajo de acuerdo a la capacidad de financiamiento del país. Si el financiamiento es caro, si el BCRA no tiene reservas y si los residentes no usan sus ahorros en dólares y prefieren pagar sus consumos en moneda extranjera comprando dólares, la situación preocupa.

Para el caso de Argentina hoy es una luz amarilla: en el primer trimestre el déficit fue mucho más alto al esperado por el mercado e incluso el FMI.
No es alarmante, pero sí genera preocupación por la dinámica, ya que la cuenta corriente se deterioró muy rápido, y por la calidad: es un déficit generado principalmente por la cuenta de servicios reales, viajes al exterior y compras afuera.

Que ese resultado negativo sea por los servicios es una clara señal de atraso cambiario. Y hay que mirar la dinámica: en 2025 el déficit va a ser equivalente al 2% del PIB, lo importante es que en 2026 se frene esa tendencia y no vaya a 4% o 5%, que es el número que tenía el gobierno de Mauricio Macri cuando explotó la crisis en 2018.

-¿Por qué es un dato que mira el FMI?

-Tener reservas internacionales es un seguro contra la volatilidad del tipo de cambio, ya que puede ayudar a contener una situación inestable y transitoria. Los países emergentes y el propio FMI aprendieron que es necesario tener un buen colchón de reservas para contener períodos en los que los mercados financieros se deterioran. Incluso, da poder de disuasión al mercado y sirve para contener expectativas: nadie va a “correr” a una moneda en la que el Banco Central tenga mucho poder de fuego.

-¿Qué pasó en otros países cuando hubo períodos de gran salida de dólares?

-Por lo general, los países siguen regímenes de tipo de cambio flotante, por lo tanto cuando tienen déficit creciente y no logran el financiamiento necesario, mueven el tipo de cambio (devaluación). En Argentina también pasa la mismo, lo que ocurrió en nuestro caso es que por no flotar a tiempo, los ajustes son más “violentos”.

-¿Las exportaciones de energía y minería alcanzan para compensar esta tendencia?

-Actualmente no. La energía está un poco más cerca y puede tener superávit de 8.000 millones de dólares en el año, la minería es a largo plazo. Tienen un muy buen dinamismo y la Argentina logró revertir el déficit energético en superávit, pero aún a estos dos sectores les falta mucho para compensar el resto de la demanda de dólares.

Lo que no puede pasar, pensando en el lago plazo, es que la economía use esas divisas para contener la salida por turismo, preferiría que se usen para importar bienes de capital y que mejore la productividad. /Clarín