Comisario de La Pampa se casó y puso a los presos a hacer el asado y que trabajaran de mozos

Lunes 30 de Junio de 2025, 14:43

El oficial inspector Cristian Martín Galván contrajo matrimonio y, para celebrarlo, organizó una fiesta en un salón de eventos situado a una cuadra de la dependencia policial.



Un escándalo tuvo lugar en Lonquimay, La Pampa, luego de conocerse que un comisario utilizó a reclusos para que trabajaran durante su casamiento. De acuerdo a lo que trascendió, el servidor público les ordenó a seis presos que hicieran un asado para los invitados, que oficiaran de mozos y luego limpiaran el salón.

El implicado es el oficial inspector Cristian Martín Galván, quien organizó su fiesta de casamiento en un salón ubicado a una cuadra de la dependencia policial. Según la investigación, los detenidos caminaron sin custodia hasta el lugar y, tras la celebración, regresaron por sus propios medios a sus celdas.

Durante la última semana, a raíz del festejo ocurrido el 31 de mayo del año pasado, Galván enfrentó un juicio en el Centro Judicial de Santa Rosa por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Lo que generó un revuelo y la conmoción en un pueblo como Lonquimay.

El jefe policial enfrenta un juicio que busca determinar si se utilizó indebidamente el personal y los recursos del Estado para un evento privado, además de presuntas violaciones a los derechos de los detenidos. El fiscal general de la I Circunscripción del Ministerio Público Fiscal, Guillermo Sancho, confirmó que Galván se casó el 31 de mayo y utilizó a varios de los detenidos como parte del servicio de catering de su celebración. 

“Se trata de un claro incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que los detenidos fueron liberados sin autorización. Galván tuvo suerte de que ninguno se fugara. En cuanto a los presos, no cometieron delito alguno: cumplieron una orden, salieron caminando y regresaron de igual modo”, afirmó el fiscal a medios locales.

Un punto a tener en cuenta es que cuando la Fiscalía comenzó la investigación, ya habían pasado varios días y las cámaras de seguridad de la comisaría no conservaban registros del movimiento de los presos durante esa jornada. /Cronica