Martes 08 de Julio de 2025, 08:42

Vecinos de un edificio de avenida Colón captaron a Jorge Grasso mientras miraba a través de las mirillas de las puertas.
Sigue la conmoción en Córdoba tras el macabro hallazgo de un cuerpo escondido en un placard del departamento de Gustavo Grasso, un expolicía condenado por el asesinato de Facundo Novillo, un nene de siete años. Ahora, su hermano, Jorge Javier Grasso, quedó en el centro de otro escándalo.Los vecinos de un edificio ubicado sobre la avenida Colón al 600 filmaron a Jorge Grasso mientras espiaba por las cerraduras de varios departamentos.
“Vivía en el noveno piso y se llevaba pésimo con todos. Atormentaba a los vecinos, maltrataba a las chicas que limpiaban y a los de administración”, relató un vecino del complejo.
En diciembre de 2024, Jorge Javier Grasso protagonizó un oscuro episodio en un shopping de Ciudad del Este, Paraguay, donde fue detenido por robar un bolso con 12 mil dólares. Al día siguiente, al volver al lugar del hecho, fue identificado y quedó a disposición de la Justicia paraguaya.
Durante su detención, Grasso pidió ser tratado como mujer, ya que su documento indicaba que pertenecía al género femenino, aunque su nombre no había cambiado. Finalmente, fue deportado de Paraguay y se instaló nuevamente en Córdoba.
El video de Jorge Grasso espiando a sus vecinos generó una gran preocupación entre los inquilinos, algunos de los cuales pidieron botones antipánico debido al temor que les provoca su presencia.El cuerpo en avanzado estado de descomposición que encontraron días atrás en el ropero del departamento en el que vivía Horacio Antonio Grasso, puso bajo la lupa la prisión domiciliaria otorgada al expolicía que fue condenado en 2009 a 27 años de cárcel por el asesinato de Facundo Novillo, un chico de siete.
El cuerpo fue descubierto por un grupo de albañiles que realizaban trabajos en una propiedad ubicada en en Buenos Aires al 300, alertados por el olor nauseabundo que provenía del domicilio de Grasso.
El expolicía fue beneficiado con la prisión domiciliaria en 2019, alegando problemas cardíacos. Inicialmente se alojó en barrio General Paz, pero pronto protagonizó un grave incidente: agredió a su madre y escapó por los techos, siendo recapturado poco después. Este incumplimiento fue advertido por el entonces fiscal de instrucción, Marcelo Fenoll.
Aunque el beneficio le fue revocado, en 2020 Grasso volvió a recibir la prisión domiciliaria y se instaló en el departamento de calle Buenos Aires, donde ahora se investiga este nuevo crimen. Sin embargo, tampoco entonces logró mantener el privilegio por mucho tiempo.
Los vecinos del lugar denunciaron que Grasso violó nuevamente las condiciones impuestas, lo que lo llevó de regreso a la cárcel de Bouwer.
La situación pone bajo la lupa los mecanismos de seguimiento de los condenados con arresto domiciliario. En diálogo con El Doce, el fiscal Marcelo Fenoll consideró que estos incumplimientos se producen “cuando se relajan los controles estatales”.
/TN
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