Viernes 22 de Agosto de 2025, 20:10

Victoria Portillo, con apenas 17 años, pasó de entrenar en las cuestas de nuestra provincia a representar a la Argentina en la cita mundialista.
El pedaleo empezó como un juego familiar para Victoria Portillo. Su papá lo hacía por hobby, para despejarse, sin pensar demasiado en entrenamientos ni resultados. Su hermano mayor, Teo, se animó a competir y a mostrar que la bicicleta podía convertirse en algo más que un pasatiempo. Y un día, entre las vueltas de la vida y la insistencia de su mamá, la joven se subió a una bici y no se bajó más.
“Para mí es un cable a tierra”, confiesa hoy, con un presente que la coloca frente a un desafío impensado tiempo atrás: representar a la Argentina en el Mundial de Mountain Bike de Suiza, que se disputará a principios de septiembre en la categoría Junior.Tenía apenas 10 años cuando comenzó a practicar mountain bike. Al principio fue un pasatiempo compartido, una rutina en familia. Pero en 2020, justo antes de la pandemia, corrió su primera carrera en Famaillá, en la categoría Promocionales. Allí descubrió que lo que había empezado como un juego podía transformarse en una pasión.
Hoy cursa el último año del secundario. Sus días comienzan temprano, con clases a la mañana, y se organizan con una precisión de un reloj para poder cumplir con los entrenamientos que exige el alto rendimiento.
“Es un deporte que demanda mucho tiempo. Entrenamos dos horas por día, y cuando tengo doble escolaridad trato de hacer rodillo al volver del colegio”, explica.
Los lunes, miércoles y viernes están destinados a las pasadas: subidas exigentes en San Javier o en la cuesta de la Escuela de Agricultura, o bien vueltas controladas en los senderos de Horco Molle. Los martes y jueves son para rodadas más livianas, de descarga. Y los sábados, para los “fondos largos”, entrenamientos de resistencia de mayor kilometraje.
“Se creó un grupo muy lindo. Disfruto salir con ellos porque, además de competir, esto también se trata de compartir”, dice.

PODIO. La prueba la impulsó para convertirse en representante argentina.
La convocatoria
Su nombre empezó a sonar en el ambiente cuando fue citada a un campus de la Federación, donde se evaluó su potencia y se la formó en cuestiones técnicas. Allí comprendió que estaba en la órbita de la Selección.
Lo que no esperaba era la noticia que llegó este año: su convocatoria al Mundial de Suiza en la categoría Junior (17-18 años).
“No me lo imaginaba para nada. Siento una satisfacción enorme, porque todo el esfuerzo que hice ahora se está viendo reflejado. Además, mucha más gente va a conocerme gracias a esto”, asegura.
Victoria será la única tucumana en el equipo argentino y compartirá la experiencia con otra corredora de Catamarca, Maité Ovejero.
Orgullo y responsabilidad
La elección no es menor:
Tucumán es considerada la capital del mountain bike en la Argentina, sede de competencias como el Trasmontaña, una de las más importantes de América. Por eso, Victoria siente que su convocatoria también es un desafío simbólico. “Me toca representar a mi provincia y dejarla bien parada”, afirma.
Ya acumula experiencias que la marcaron. En 2022, corrió el Trasmontaña junto a su mamá y lo vivió como un momento único.
“Me emocioné mucho, porque el deporte nos conectó y pudimos disfrutar juntas”, recuerda. Este año, en el Campeonato Argentino en San Luis, un pinchazo la dejó última en su categoría. Pero no se rindió: remontó desde el fondo del pelotón y terminó tercera. “Fue una enseñanza enorme: me di cuenta de que siempre hay que seguir”, resume.
Sueños grandes
El Mundial de Suiza será la primera vez que Victoria viaje a Europa. Se ilusiona con medirse con las mejores del planeta, aprender de ellas y absorber la experiencia de estar en la elite. Tiene una referente: la suiza Jolanda Neff, campeona olímpica, que a los 35 años sigue compitiendo en el más alto nivel.
“Me encantaría algún día poder correr unos Juegos Olímpicos o una Copa del Mundo”, proyecta.
Pero el sueño tiene un obstáculo: el dinero. El viaje cuesta unos 5.000 dólares, y cada corredora debe cubrir su parte.
“Es un viaje muy caro. Estamos tratando de conseguir la mayor ayuda posible. Ojalá podamos llegar a tiempo, porque faltan pocas semanas”, reconoce.
La logística estará a cargo de la Federación Argentina de Ciclismo de Montaña, que organiza pasajes y acompañamiento, pero la financiación depende de cada deportista.
Una oportunidad única
Mientras busca sponsors, Victoria no pierde la calma. Sabe que la competencia será exigente, con más de 50 corredoras en su categoría. Pero su objetivo va más allá del resultado.
“No solo voy a participar, también voy a conocer a las mejores del mundo. Para mí es una oportunidad de aprender, de sumar experiencia y de demostrar que puedo estar a ese nivel”, afirma.
El desafío está ahí, al alcance de sus pedales. Desde aquel primer día en la escuelita hasta hoy, Victoria Portillo recorrió un camino de sacrificio, pasión y constancia. Ahora, con 17 años, está a punto de escribir un capítulo inolvidable: representar a Tucumán, a la Argentina y a su propia historia en un Mundial.
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