Sábado 30 de Agosto de 2025, 14:34
Limpiar el horno es una tarea que muchas veces tendemos a postergar, pero que resulta fundamental para mantener una cocina saludable, evitar malos olores y asegurar la eficiencia del electrodoméstico. En Argentina, donde la cocina tiene un lugar importante en la vida diaria, conservar el horno en excelentes condiciones resulta clave para disfrutar de comidas sabrosas y bien preparadas.
La importancia de limpiar el horno con regularidad no puede subestimarse. Debido a las altas temperaturas y al contacto frecuente con alimentos, el horno suele acumular grasa, restos de comida quemada y suciedad que pueden ir deteriorando las superficies internas y parte de los componentes eléctricos. Si no se realiza una limpieza periódica, estos residuos no solo afectarán el rendimiento del horno, sino que también pueden generar olores desagradables e incluso convertirse en caldo de cultivo para bacterias o moho.
En particular, para quienes cuentan con un horno empotrable en la cocina, la limpieza resulta vital también para mantener la estética y evitar manchas imposibles de sacar. Los hornos integrados están ubicados en lugares visibles, a menudo formando parte del diseño de la cocina, por lo que su buena apariencia cobra especial importancia.
En cambio, el horno microondas, aunque su limpieza es más sencilla, también requiere atención, ya que los residuos en las paredes internas o en el plato giratorio afectan la distribución del calor y pueden alterar el sabor y la textura de los alimentos. Además, la acumulación de residuos puede provocar malos olores que se impregnan en los alimentos cocinados.
Para lograr una limpieza eficiente, es fundamental contar con los materiales apropiados. Entre ellos, los guantes de goma son indispensables para proteger la piel de productos químicos o de la fricción al frotar. Será necesario también contar con esponjas suaves y paños de microfibra para no rayar las superficies.
Un cepillo pequeño o incluso un cepillo de dientes viejo puede ser muy útil para llegar a las partes más difíciles o las esquinas. En cuanto a productos para la limpieza, tanto el bicarbonato de sodio como el vinagre blanco son excelentes aliados naturales, económicos y ecológicos que descomponen la grasa y eliminan olores.
Para quienes prefieran, existen limpiadores comerciales especializados para hornos que facilitan la tarea, aunque debe prestarse atención a las indicaciones para evitar daños en las superficies o por inhalación de vapores. También es importante tener a mano agua tibia y jabón neutro para el enjuague y limpieza general.
Limpiar un horno empotrable puede parecer complicado debido a su estructura fija y a que acumula grasa en el interior, en las paredes y en la puerta de vidrio. Para comenzar, es muy importante asegurarse de que el horno esté completamente frío y desconectado de la corriente para evitar cualquier accidente. Luego, se deben retirar las parrillas o bandejas para dejarlas en remojo con agua caliente y jabón durante al menos media hora, lo cual permite ablandar esa grasa adherida y facilita su limpieza posterior.
Para limpiar el interior del horno, una excelente opción es preparar una pasta con bicarbonato de sodio y un poco de agua hasta conseguir una textura espesa. Esta pasta debe aplicarse sobre todas las superficies internas del horno, evitando las partes eléctricas y sensores. Lo ideal es dejar que actúe durante una hora, aunque para manchas muy rebeldes se puede dejar toda la noche. Esta acción ayuda a descomponer la capa de grasa y residuos quemados que normalmente son difíciles de remover con solo esponja y detergente.
Para retirar la pasta, se puede usar una esponja húmeda y, en caso de persistencia de residuos, un cepillo suave para frotar sin dañar las superficies. Para eliminar los restos de bicarbonato y lograr una desinfección adicional, se recomienda pasar un paño humedecido con vinagre blanco, ya que éste tiene propiedades desengrasantes y también contribuye a neutralizar olores propios de la cocina argentina, donde los aromas intensos suelen impregnar la cocina.
La limpieza de la puerta de vidrio del horno merece una atención especial porque las manchas son muy visibles y muchas veces difíciles de eliminar. En este caso, basta con humedecer un paño con jabón neutro o vinagre blanco y frotar suavemente para eliminar los restos de grasa y suciedad. Cuando la suciedad está muy compactada o carbonizada, aplicar directamente un poco de pasta de bicarbonato y dejar actuar por unos minutos puede facilitar su limpieza. Después se debe retirar con un paño húmedo para evitar manchas o rayaduras.
Las parrillas y bandejas que se remojan previamente deben frotar con cuidado, ya sea con un estropajo o un cepillo más duro, hasta sacar la grasa y restos de comida quemada. Si las manchas se resisten, es posible repetir el proceso o aplicar un poco de jabón desengrasante para obtener mejores resultados. Al terminar, se enjuagan con abundante agua y se secan para evitar corrosión o manchas de agua.
En cuanto a la limpieza del horno microondas, es importante hacerlo de manera periódica para evitar que las partículas de alimentos y líquidos evaporados se peguen en las paredes internas. Esto no sólo afecta la higiene, sino que también puede provocar manchas difíciles y malos olores que afectan la cocción.
Una manera simple y muy efectiva para limpiar el microondas es aprovechar el poder del vapor. Esto se logra llenando un recipiente apto para microondas con agua y agregando el jugo de medio limón o algunas rodajas de limón. Cuando esta mezcla se calienta a máxima potencia durante unos tres a cinco minutos, el agua hierve y genera vapor dentro del horno. Dejar el recipiente dentro del horno por al menos cinco minutos más permite que este vapor afloje la suciedad pegada en las paredes internas.
Luego, con cuidado para no quemarte, retira el recipiente y pasa un paño o una esponja húmeda por todas las superficies internas, retirando fácilmente los residuos y las manchas. Para las suciedades más difíciles, puedes aplicar una mezcla de bicarbonato y agua en forma de pasta y limpiar suavemente.
No debemos olvidar tampoco la limpieza del exterior del horno microondas, donde el polvo y la grasa acumulada tienden a ensuciar los botones y superficies visibles. Para esto, utiliza un paño húmedo con jabón neutro y seca bien para evitar marcas. El plato giratorio también es fundamental, ya que puede acumular restos de comida, debe retirarse y lavarse como la vajilla habitual, asegurando su correcto secado antes de volver a colocarlo.
Para evitar que tu horno se ensucie rápidamente, la prevención es fundamental. Siempre conviene usar bandejas o papel aluminio debajo de los alimentos para proteger las superficies del horno y evitar derrames. Otro consejo muy efectivo es limpiar los residuos apenas hayan ocurrido, cuando aún están frescos, porque esa suciedad es mucho más simple de eliminar. En cocinas argentinas, donde el uso del horno puede ser diario y prolongado, esta costumbre puede ahorrar mucho trabajo.