“¿Vos y cuántos más?”: la pelea en el campo con un final trágico y un patrón “no culpable”

Domingo 21 de Septiembre de 2025, 09:43

Juan Ignacio Ostiza (37) trabajaba como alambrador y estaba con tres empleados en Copetonas, partido de Tres Arroyos.



"Te voy a cagar a palos", vociferó el empleado. Su patrón estaba agachado, cocinando al disco, en medio del campo, y le replicó, sin darle importancia: "¿Vos y cuántos más?". Nunca esperó el ataque artero, por la espalda: Lucas Tomás García (27) tomó una varilla de madera que se quemaba en el fuego y le dio en la nuca a Juan Ignacio Ostiza (37), quien logró frenar el segundo impacto con el antebrazo derecho.

La pelea iba a terminar de manera trágica, con García muerto de un cuchillazo en las costillas. Fue el mismo Ostiza, junto a los dos peones, quien lo llevó a una sala de primeros auxilios de Copetonas.

De allí lo derivaron al Hospital Pirovano, en Tres Arroyos, la ciudad cabecera del partido, a casi 60 kilómetros. Los médicos no lo pudieron salvar.

El caso se registró el 4 de septiembre de 2024 en el establecimiento rural El Destino, en Cuartel IV. En aquel momento, "El Vasco" Ostiza dirigía su negocio como alambrador y colocador de tranqueras.

García se enojó porque su patrón había tomado otro empleado, en lugar de pagarle más a él.

"Yo solo me defendí. Nunca quise hacer eso", sostuvo el acusado durante el juicio por jurados, que hace pocos días dictó el veredicto de "no culpable" por considerar que actuó "en legítima defensa".

La camioneta del patrón y su perro.
La camioneta del patrón y su perro.


El fiscal Gabriel Lopazzo impulsaba la acusación por "homicidio simple", un delito que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión. Pero en su alegato final pidió que lo condenaran por "exceso en la legítima defensa".

El juicio estuvo a cargo del Tribunal en lo Criminal N° 1 de Tres Arroyos, con la presidencia de la jueza Agustina Cedeira.

El alambrador pasó más de tres meses preso en la cárcel de Villa Floresta, en Bahía Blanca, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), hasta que la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, integrada por Gustavo Barbieri y Natalia Giombi, le concedió la libertad el 24 de enero pasado.

El abrazo de Ostiza y su esposa tras el veredicto. Foto Agostina Alonso / La Voz del Pueblo
El abrazo de Ostiza y su esposa tras el veredicto.

El día de la discusión fatal

Era mediodía cuando el patrón y los tres peones estaban en plena tarea. Hasta entonces todo había transcurrido de manera normal.

"El Vasco" era generoso a la hora del almuerzo. "Nunca comemos fiambre con Ostiza, jamás, siempre carne", declararon sus empleados.

El hombre se había quedado sin papas y le fue a pedir al parquero del campo, que estaba cortando el pasto y no lo escuchó. Entonces llamó por teléfono y le encargó el mandado a su esposa.

La familia de la víctima, Lucas García, disgustada con el fallo. Foto Agostina Alonso / La Voz del Pueblo
La familia de la víctima, Lucas García, disgustada con el fallo.

"Quedate a comer", la invitó apenas llegó. Pero había mucho viento y la mujer decidió volverse al pueblo.

Ostiza se puso a pelar las papas -para acompañar los tallarines con salsa- mientras otros dos trabajadores -Bruno Muñiz y Aaron García- quedaron a unos 50 metros, desarmando una línea del alambrado y sacando postes de 60 kilos y varillas que estaban viejas o podridas.

Lucas le volvió a manifestar su molestia porque habían contratado a Aaron en vez de darle esa plata a él. "Me lo podrías haber pagado a mí", fue el reproche. "Bueno, dejate de joder", respondió Ostiza.

Una de las viejas varillas de lapacho -de 1,50 metros de largo- estaba en el fuego y con eso le pegó García a su empleador, a quien se le chamuscó la boina que siempre llevaba en la cabeza. Luego intentó sujetarlo del cuello con la mano izquierda y le lanzó el segundo golpe con la madera, hacia la cara.

La abogada del
La abogada del "Vasco" Ostiza, caminando con la varilla en la mano tras el veredicto de "no culpabilidad" de su cliente.

Según los testigos, el agresor era "flaquito" pero tenía una fuerza especial ya que hacía trabajo pesado con gran facilidad.

En pleno forcejeo, Ostiza se lo quiso sacar de encima, con el cuchillo en la mano, y lo lastimó. "Me apuñalaste", advirtió la víctima. "¿Dónde?", se sorprendió su patrón, quien se sacó el cinturón y le hizo un torniquete.

La abogada defensora, Elisa Hospitaleche, aseguró: "Descarto que haya sido con intención alguna (de matar), sino producto de que García estaba sobre él y no tenía forma de sacar el cuchillo sin que lo cortase".

En los campos es habitual que los gauchos anden "calzados", con los cuchillos en la cintura, cerca de la ingle, en la verija. Por eso se los llama "verijeros". No solo para las carneadas o para las capadas, sino también como herramienta de uso múltiple.

Después del incidente, cargaron a la víctima en la camioneta y la llevaron a una sala de primeros auxilios. Pero la doctora no estaba y la enfermera le enseñó a la empleada administrativa cómo ponerle el oxígeno a Lucas, que se estaba desangrando.

La detención de Juan Ignacio Ostiza tras el crimen de Lucas García en un campo de Copetonas.
"El Vasco" se presentó en el destacamento policial para contar lo ocurrido. Horas después quedó detenido.

La detención de Juan Ignacio Ostiza tras el crimen de Lucas García en un campo de Copetonas.La detención de Juan Ignacio Ostiza tras el crimen de Lucas García en un campo de Copetonas.

Hospitaleche, quien durante el juicio llevó una varilla de madera para mostrarle al jurado con qué había sido atacado su cliente, remarcó que los compañeros hablaban del "mal genio" por parte de García.

En su declaración, Muñiz dijo mientras se dirigían a la unidad sanitaria el imputado le contó que la víctima le habría recriminado que había tomado otro empleado, pero que no le había querido aumentar el sueldo.

Ostiza tenía la cabeza hinchada. También la mano derecha, que no la podía mover. Lo llevaron a un centro de salud de Tres Arroyos porque además presentaba un traumatismo de cráneo.

El otro empleado, Aaron García, relató que volvían de sacar unos palos con Muñiz cuando observaron que Lucas lo atacaba por la espalda al patrón mientras él estaba agachado preparando la comida.

Después se le tiró encima y Ostiza sacó un cuchillo de unos 20 centímetros de largo, con mango de madera marrón, que siempre llevaba en la cintura, y se lo clavó del lado izquierdo a Lucas, debajo de la axila, lo que generó el seccionamiento de la vena subclavia.

El veredicto del jurado

El 11 de septiembre pasado, el jurado popular absolvió al "Vasco" tras dos audiencias. En sus últimas palabras, le pidió disculpas a la familia de la víctima. "No fue mi intención que pase esto", expresó.

Tres hermanas de la víctima y la novia declararon como testigos. Destacaron que Ostiza siempre lo ayudaba a Lucas, pero también que cuando lo dejaron libre pasaba frente a su casa y se les reía en la cara, por lo que pidieron una restricción de acercamiento.

Así se retiraron del tribunal Ostiza y su mujer. Foto Agostina Alonso / La Voz del Pueblo
Así se retiraron del tribunal Ostiza y su mujer.

Apenas escuchó el veredicto, el imputado se abrazó con su mujer, que se puso a llorar. "Me pareció lo más justo. Yo nunca tuve intención, no provoqué esto", insistió ante La Voz del Pueblo.

Y cerró: "Ahora voy a tratar de recuperar mi vida. Esto es algo que tenía trabado y con lo que no podía vivir. Quiero estar con mi familia, lo que hice siempre". Salió caminando con su esposa y el resto de sus seres queridos por la calle Istilart 66. Y con su abogada, varilla en mano. /Clarín