Martes 23 de Septiembre de 2025, 08:37
Un hecho sin precedentes sacude al ámbito judicial y cultural argentino: la Justicia deberá resolver el destino de una obra robada por los nazis que reapareció en Mar del Plata tras casi 80 años desaparecida. Se trata del cuadro “Retrato de una dama”, originalmente perteneciente al galerista judío holandés Jacques Goudstikker, víctima del expolio nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La pieza, ahora bajo custodia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, plantea interrogantes sobre su verdadera autoría y la identidad de la figura retratada.
La obra fue parte de la fastuosa colección de Goudstikker, que incluía más de 1.100 piezas de gran valor, entre ellas cuadros de Rembrandt y Vermeer, y que fue “comprada” a precios irrisorios por jerarcas del Tercer Reich antes de la muerte del marchante en 1940. Perdido durante décadas, el lienzo reapareció en una foto de una inmobiliaria marplatense, colgado en la pared de un chalet del barrio Parque Luro.
Los dueños de la vivienda, Patricia Kadgien y Juan Carlos Cortegoso, aseguraron que la obra había ingresado a la familia a través de una compra realizada en 1943 por la cuñada de Fiedrich Gustav Kadgien, conocido como “el mago de las finanzas” del régimen nazi. La Justicia, sin embargo, los imputó por encubrimiento agravado de robo en el contexto de genocidio, mientras que el juez federal Santiago Inchausti dispuso que la pintura quede bajo resguardo judicial hasta definir su entrega definitiva.
El caso dio un vuelco con la intervención de especialistas italianos. Hasta ahora, se creía que la obra era del pintor barroco Giuseppe Ghislandi, conocido como Fra’ Galgario, y que retrataba a una condesa de la poderosa familia Colleoni, de Bérgamo. Pero la Accademia Carrara y el Comune di Bérgamo confirmaron que en realidad el cuadro corresponde a Giacomo Ceruti, apodado il Pitocchetto, uno de los grandes exponentes del siglo XVIII italiano.
Incluso quedó en duda la identidad de la mujer retratada, lo que abre nuevas incógnitas sobre la historia de la obra.
Pese a las revelaciones artísticas, el trasfondo judicial sigue siendo el mismo: se trata de una obra del expolio nazi cuya recuperación coloca a la Justicia argentina ante un dilema inédito. El caso no solo expone el derrotero de bienes culturales robados durante el Holocausto y su llegada a la Argentina, sino que también podría sentar jurisprudencia histórica en materia de restitución de patrimonio.
Mientras tanto, “Retrato de una dama” permanece bajo estricta custodia, a la espera de que los tribunales definan a quién corresponde su posesión legítima.