En el futuro cercano, se proyecta una población con pocos cambios en su tamaño pero con fuertes variaciones en su estructura.
Es probable que la población de Argentina nunca llegue a superar los 50 millones de habitantes
Lunes 29 de Septiembre de 2025, 08:08
Las posibilidades de desarrollo que tiene una sociedad se encuentran fuertemente vinculadas a los cambios en la población, su tamaño y estructura. Entender cómo se dan estas dinámicas y sus consecuencias es central para aprovechar oportunidades, evitar riesgos y abordar los desafíos que acarrean para las estrategias de desarrollo y las políticas públicas. ¿Cómo es la historia demográfica argentina? ¿Cómo se compara con la de países más desarrollados y la de países de la región? ¿Es estable o irregular? ¿Qué velocidad y tendencias tiene su trayectoria?
Los datos surgen de un informe de Argendata y la investigación estuvo a cargo de Rafael Rofman, investigador principal de CIPPEC.
La población argentina está envejeciendo Desde principios del siglo pasado, la proporción de niños está descendiendo y la de personas mayores aumenta. El cambio demográfico de Argentina ha tenido lugar en prácticamente todos los países del mundo. Al igual que con otros indicadores económicos y sociales, desde mediados del siglo pasado Argentina se movió en la dirección esperada, aunque más lentamente que países comparables. Argentina está inmersa en un proceso de envejecimiento poblacional, una transformación demográfica que es parte de una tendencia global. Este proceso se debe principalmente al cambio operado tanto en la fecundidad (el número de hijos por mujer) como en la mortalidad (la cantidad de fallecimientos). Desde inicios del siglo pasado, ambos indicadores vienen disminuyendo gradualmente.
Este proceso se denomina "transición demográfica". Para entenderlo, pensemos en la estructura de una población como una pirámide. Tradicionalmente, en sociedades con altas tasas de natalidad y mortalidad, la base de esta pirámide (los niños) era muy ancha, estrechándose rápidamente hacia la cima (las personas mayores), lo que le daba una forma triangular.
Sin embargo, a medida que la fecundidad disminuye y la esperanza de vida se prolonga, esta pirámide cambia: su base se angosta debido a menos nacimientos, y su parte superior se ensancha porque más personas alcanzan y superan edades avanzadas. Esto transforma la estructura triangular a una forma más rectangular.
La población argentina creció a lo largo de su historia y continuará aumentando en el futuro cercano, aunque a un ritmo menor La población argentina ha crecido ininterrumpidamente a lo largo de su historia, aunque a un ritmo variable que configuró cuatro etapas bien distintas. La etapa que va de 1810 a 1870 se caracterizó por un crecimiento poblacional lento. En este período, la población pasó de apenas 400.000 habitantes en la independencia a un millón. La segunda etapa abarca desde finales del siglo XIX hasta principios del XX y estuvo signada por el crecimiento acelerado de la población por el impulso de la inmigración masiva, principalmente europea.
La tercera etapa abarca desde 1950 a 2015 y se caracteriza por un crecimiento más lento y gradual. La duplicación de la población se volvió más lenta: el crecimiento de 16 millones de habitantes en 1950 a 32 millones a finales de la década de 1980 tomó 35 años. La última etapa, que inició en 2015 y continua en el presente, está signada por un declive todavía más rápido en el ritmo de crecimiento, como consecuencia de la caída abrupta de la fecundidad.
A pesar de esta evolución, las proyecciones estiman que la población argentina continuará creciendo moderadamente en el futuro cercano con una clara tendencia a la estabilización. Ante este escenario, es probable que la población de Argentina nunca llegue a superar los 50 millones de habitantes.
Desde 1950, Argentina envejeció más lentamente que otros países A mediados del siglo XX Argentina, junto a Uruguay, lideraba la transición demográfica en América Latina. Nuestro país tenía una estructura poblacional similar a la de muchos países europeos. A modo de ejemplo, en 1950 nuestra edad mediana era tan sólo dos años inferior a la de España y seis años superior al promedio de América Latina. En la segunda mitad del siglo XX, el ritmo de la transición demográfica en Argentina se ralentizó, mientras otras naciones mantuvieron su trayectoria. En 2025, la edad mediana en Argentina es 13 años menor que la de España, y la diferencia con el promedio latinoamericano es apenas mayor a 1 año. Esto indica que muchos países que estaban detrás nuestro nos alcanzaron o incluso superaron en este proceso. En el futuro cercano, la población crecerá lentamente hasta alcanzar un máximo apenas un 5% superior al actual, para luego iniciar una suave declinación. Se estima que hacia 2070, Argentina tendrá una población similar a la actual. Para 2100, esta podría descender hasta los 38 millones. En paralelo, se espera que la composición por edades cambie drásticamente. "En los próximos años, la población menor de 20 años continuará su descenso: pasaría de 13,5 millones de niños y jóvenes, a casi 10 millones en 2050 y 6,2 millones en 2100. En contraste, el número de adultos mayores aumentará de forma sostenida. De los actuales 5,7 millones de personas de 65 años y más, se espera un máximo de 14,6 millones a principios de la década de 2080. A partir de ese momento, este grupo comenzaría a reducirse como consecuencia de la incorporación de las generaciones nacidas con posterioridad a 2015, ya más reducidas por la baja fecundidad", dice el trabajo de Rofman. /El Economista