Furor por las gotas para la presbicia y por qué comenzaron a faltar en las farmacias

Lunes 29 de Septiembre de 2025, 07:51

Un tratamiento reciente promete mejorar la visión de cerca sin lentes.



Hay una escena que está siendo habitual en las oficinas. Andrea saca de su cartera unas gotitas y se las coloca en sus ojos: "listo ¡ahora a ver mejor!", exclama. Rápidamente la acción se torna tema de conversación mientras sus compañeros se sirven la primera taza de café o preparan el mate. "Un amigo también se las compró, está felíz", asegura uno de los integrantes de la charla y desde el otro lado le responden: "a mi no me gustan, se me pusieron los ojos rojos y no me cambió nada".

Unas simples gotas podrían cambiar la forma en que las personas con presbicia ven el mundo. Se trata de la Pilocarpina, una molécula conocida por los oftalmólogos desde hace décadas, pero que ahora vuelve recargada: en una nueva formulación y en dosis más bajas, permite recuperar la visión cercana sin anteojos y con menos efectos adversos.

Su llegada a las farmacias argentinas despertó tanto interés que en pocos días el producto se agotó, marcando un antes y un después en el tratamiento de esta condición visual.

Por eso, el reconocido oftalmólogo Luis Miguel Mostaza explicó para Perfil Córdoba cuáles sus beneficios, contraindicaciones y en qué casos es recomendado.

La presbicia

La presbicia, o "vista cansada", es la pérdida gradual de la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos, un proceso natural del envejecimiento que comienza generalmente a partir de los 40 años debido a la pérdida de elasticidad del cristalino. 

Los síntomas incluyen dificultad para leer o ver objetos de cerca, que puede llevar a la necesidad de alejar los objetos o usar gafas de lectura, lentes de contacto o someterse a cirugía para corregirla

Funcionamiento y aplicación

En primera instancia, explicó: “estas gotas permiten enfocar objetos cercanos sin anteojos, actuando sobre el diámetro pupilar y la profundidad de foco, de manera similar a cómo se ajusta el diafragma de una cámara”.

El especialista señaló que el efecto se percibe entre 45 y 60 minutos tras la aplicación y que su duración e intensidad varían según cada paciente. “Aunque es un tratamiento temporal, con controles oftalmológicos puede usarse durante años”, aseguró.

Las gotas pueden combinarse con cirugía refractiva previa o con lentes si el resultado es insuficiente, según explicó Mostaza: “Esto amplía las opciones de tratamiento para quienes buscan mayor comodidad visual”.

Más de 1.800 millones de personas en el mundo tienen presbicia, y alrededor de 826 millones no cuentan con una corrección adecuada, según la Organización Mundial de la Salud.

Efectos secundarios

Dentro de sus beneficios, el especialista destacó que se trata de un tratamiento seguro, siempre que se realicen previamente estudios de retina. Explicó que funciona en cerca del 60 % de los pacientes y que, si bien los efectos adversos son poco frecuentes, los más reportados son cefalea y enrojecimiento ocular.

“También pueden generar visión borrosa, dolor ocular, lagrimeo excesivo o sensación de irritación, por lo que no las recomiendo a quienes conducen de noche. Pueden usarse en pacientes con glaucoma o cataratas si el oftalmólogo lo indica”, advirtió.

Mostaza concluyó: “¿Las recomiendo? Sí, pero siempre previa consulta con tu oftalmólogo y con un estudio de retina”. La alta demanda generó escasez del producto, por lo que quienes estén interesados deben consultar con especialistas para determinar si el tratamiento es adecuado para su caso.

¿Cuánto salen y dónde encontrarlas?

Nearlea está disponible en farmacias de todo el país bajo receta médica, con cobertura de obras sociales y prepagas. Su valor ronda los $29.000 por frasco, aunque puede variar según la farmacia y la cobertura del paciente.

A diferencia de otros tratamientos, no genera dependencia ni pierde eficacia con el uso diario, lo que permite incorporarlo a la rutina sin riesgos.

La alta demanda tras el lanzamiento sorprendió incluso a los laboratorios. Es un producto nuevo en el país y su producción todavía es limitada, por lo que el stock inicial se agotó en pocas semanas. A esto se suma que cada frasco tiene una vida útil de 30 días una vez abierto, lo que obliga a los pacientes a reponerlo con frecuencia. Por eso, si bien se encuentran agotadas en diversas farmacias, las gotas pueden encontrarse en línea para su compra.   /Perfil