Sábado 11 de Octubre de 2025, 09:54

El proyecto mundialista en La Hoya
El estadio Mundialista fue una obra proyectada en los años 70 para que Tucumán fuera una de las sedes del Mundial de 1978. En Horco Molle, Yerba Buena, sólo llegó a excavarse el terreno, ya que el diseño contemplaba una estructura semi sumergida, similar al antiguo Chateau Carreras de Córdoba, hoy estadio Mario Kempes. Ese pozo, que nunca llegó a convertirse en cimientos, dio nombre a la zona: La Hoya.El proyecto se interrumpió cuando el gobierno militar decidió trasladar la sede a Mendoza, argumentando que su cercanía con Chile podría atraer más turismo internacional, pese a la fuerte tradición futbolera de Tucumán. Desde entonces, el estadio Malvinas Argentinas funciona como escenario principal de Mendoza, aunque con escasa actividad fuera de los grandes eventos.
Décadas después, en 2017, el entonces gobernador Juan Manzur anunció un nuevo estadio único para 60.000 personas, siguiendo el modelo de otras provincias como Salta, Santiago del Estero, Catamarca, San Juan o La Plata. El plan incluía la posibilidad de recibir espectáculos deportivos y artísticos de escala internacional, pero no pasó del render: una imponente maqueta junto al dique El Cadillal.
En 2022, el intendente de Lules, Carlos Gallia, volvió a impulsar la idea de un estadio mundialista para entre 45.000 y 50.000 espectadores. Aunque se presentó un anteproyecto y se firmaron algunos acuerdos, la obra no avanzó. Una propuesta similar en Famaillá tampoco prosperó.
La historia de La Hoya resume medio siglo de proyectos inconclusos. En los años 70, Tucumán había sido confirmada como subsede del Mundial junto a Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Córdoba. El interventor provincial, Oscar Emilio Sarrulle, anunció en 1972 que el estadio se construiría a unos 10 kilómetros del centro, en Horco Molle, una zona entonces poco conocida. La iniciativa contaba con el aval del ministro de Bienestar Social, Francisco “Paco” Manrique, y del interventor de la AFA, Raúl D’Onofrio.
El plan incluía una transformación urbana de gran escala: relocalizar el aeropuerto, mejorar los accesos y crear un complejo deportivo con capacidad para 70.000 personas, inspirado en el Busch Memorial Stadium de Saint Louis, en Estados Unidos. El proyecto preveía edificios anexos, estacionamiento para 10.000 autos y áreas gastronómicas. Sin embargo, sólo se realizaron movimientos de suelo antes de que la obra fuera cancelada.
Uno de los impulsores más visionarios fue Natalio Mirkin, presidente de San Martín, quien apostó al desarrollo de la zona oeste con la construcción del complejo en Cebil Redondo. Su decisión anticipó la expansión urbana hacia ese sector, consolidada años después con la avenida Perón, una arteria clave del Gran San Miguel de Tucumán.
Tucumán perdió la subsede del Mundial a manos de Mar del Plata, no tanto por los conflictos derivados del Operativo Independencia como por la falta de gestión política. Entre 1973 y 1974, el lobby provincial se debilitó y el gobierno de Amado Juri no logró sostener el impulso inicial. La iniciativa quedó archivada.
Hoy, el predio conocido como La Hoya forma parte de un nuevo proyecto de parque público en Yerba Buena. Su recuperación como espacio verde representa una oportunidad para equilibrar el crecimiento urbano del pedemonte, preservar el ambiente y ofrecer un área recreativa para los vecinos. El futuro Parque La Hoya y el Parque Prebisch prometen devolverle a la ciudad el espíritu de “ciudad jardín” que alguna vez la definió.
La concreción de estos espacios podría cerrar un ciclo y, al mismo tiempo, rendir homenaje a aquella obra inconclusa. Un cartel que cuente la historia del estadio que nunca fue sería una manera simbólica de recuperar la memoria de un proyecto que, aunque frustrado, marcó el sueño deportivo y urbanístico más ambicioso de Tucumán.
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10