Domingo 12 de Octubre de 2025, 21:13
EDET S.A., la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán, se ha convertido en sinónimo de malestar ciudadano. Según los últimos relevamientos oficiales y encuestas de percepción, es la compañía de servicios públicos peor valorada por los tucumanos. Los datos del Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (ERSEPT) confirman que la empresa concentra la mayor cantidad de denuncias por deficiencias en el suministro eléctrico, atención al cliente y falta de respuesta ante reclamos.
El nuevo gerente de EDET, Ernesto San Miguel Lynch, enfrenta un panorama muy complejo, que seguramente se agravará durante la temporada estival. Desde hace décadas la empresa corta en forma reiterada el suministro de energía cuando sube la temperatura.
Entre enero y septiembre de este año se registraron más de 5.000 presentaciones formales contra EDET, un número que supera ampliamente a las quejas acumuladas por otras prestatarias provinciales. Muchas de ellas se encontraban paralizadas desde hacía meses y recién comenzaron a tramitarse tras la intervención del ERSEPT, que detectó serias irregularidades en la gestión de reclamos y sancionó a la firma por incumplimientos reiterados. Una de las multas más recientes, por 233 millones de pesos, fue impuesta por los cortes de suministro ocurridos en marzo de 2025; otra, de más de 300 millones, se encuentra en proceso de cálculo por fallas masivas registradas a fines de 2023.
El descontento no se limita a los expedientes administrativos. En redes sociales y foros locales, miles de usuarios expresan su enojo por los cortes sin aviso, la falta de mantenimiento en zonas urbanas y rurales, las demoras en la reposición del servicio y los daños ocasionados por las fluctuaciones de tensión. En muchas localidades del interior, los apagones se prolongan durante horas o incluso días, afectando comercios, industrias y hogares. “Pagamos cada vez más y tenemos cada vez menos luz”, se repite en los comentarios que inundan las redes.
Una encuesta realizada por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Tucumán refuerza ese diagnóstico: el 72% de los consultados calificó el servicio de EDET como “malo” o “muy malo”, y solo un 8% dijo estar conforme. La empresa encabeza de ese modo el ranking de insatisfacción entre las prestadoras de servicios de la provincia, superando a Telecom.
Desde EDET explican que los cortes de energía se deben a la combinación de varios factores: el aumento del consumo por las altas temperaturas, eventos climáticos extremos y sobrecargas en la red de distribución. La compañía asegura que está ejecutando un plan de inversiones destinado a modernizar la infraestructura y mejorar la calidad del servicio, aunque los resultados, por ahora, no se reflejan en la experiencia de los usuarios.
Los informes técnicos del ERSEPT describen una red eléctrica en estado crítico, con infraestructura envejecida y líneas de transmisión sobreexigidas. En las zonas del interior, las fallas se agravan por la falta de mantenimiento y la escasa disponibilidad de personal técnico. En tanto, las sanciones y advertencias del ente regulador parecen tener poco efecto: la cantidad de cortes no disminuye y los tiempos de respuesta siguen siendo extensos.
A pesar de que Tucumán posee una de las tarifas eléctricas más bajas del Noroeste argentino, los usuarios sostienen que el costo no justifica la mala calidad del servicio. Más de 475.000 hogares mantienen subsidios provinciales, pero la percepción general es que la energía barata no compensa la inestabilidad del suministro ni los daños provocados por la deficiencia técnica. En el sector productivo, las críticas son igualmente duras: empresarios del Parque Industrial de Las Talitas afirman que las interrupciones constantes les generan pérdidas económicas, costos adicionales por uso de generadores y retrasos en la producción.
El clima de desconfianza también alcanza al propio ente regulador. Dirigentes políticos y asociaciones de consumidores cuestionan la falta de control efectivo sobre la distribuidora y denuncian una relación de connivencia entre EDET y el ERSEPT. “El organismo debería defender a los usuarios, no actuar como vocero de la empresa”, expresó el diputado nacional Carlos Cisneros, quien reclamó mayor transparencia en la gestión del servicio público.
Con más de 550.000 usuarios conectados, EDET enfrenta un panorama complejo: sanciones millonarias, infraestructura deteriorada y un rechazo ciudadano que no deja de crecer. Aunque la empresa insiste en que los problemas se deben a condiciones climáticas y a un consumo récord, los tucumanos ya formaron su propio veredicto. Para ellos, EDET no solo representa un mal servicio, sino el símbolo de una provincia que sigue padeciendo apagones y promesas incumplidas en pleno siglo XXI.